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Reportaje:FUERA DE RUTA

El país de los hombres azules

Recorrido por el desierto de los tuareg, al sur de Argelia

En los últimos 10 años, las palabras Argelia y turismo raramente se marticulaban en la misa frase. Por el contrario, terrorismo y violencia sí acudían a la mente con la simple mención de este país castigado por años de guerra civil.

Argelia es un país cuya belleza natural, con sus costas, sus restos arqueológicos, sus cadenas montañosas, la riqueza etnográfica y la sobrecogedora inmensidad del desierto donde se ubica deberían colocarlo a la par de sus vecinos Marruecos y Túnez, en los que el turismo constituye una de sus principales fuentes de ingresos. El Ministerio de Turismo argelino, consciente del enorme potencial del país, se ha lanzado de lleno a promocionar sus tesoros, al mismo tiempo que se ha endurecido la seguridad para erradicar la violencia; a juzgar por la creciente, aunque tímida aún, afluencia de turistas extranjeros en la zona, dichas medidas parecen haber empezado a dar frutos.

Y es que viajar a Argelia supone mucho más que una propuesta vacacional. El desierto argelino es la patria de los tuareg kel agra. La mención de los señores del desierto cubiertos con sus velos azules conjura imágenes de aventura de otro tiempo. Un tiempo en el que las caravanas de camellos recorrían el desierto cargadas de sal, especias y telas, aliviadas por la visión de los oasis y guiadas por unas estrellas que en el desierto parecen brillar más que en ningún otro lugar.

Un trekking a lomos de camello por el desierto del parque nacional de Ahaggar, unos días compartiendo tienda, té a la menta e historias con los hombres azules, un paseo entre los bosques de piedra formados hace millones de años, son argumentos más que convincentes para pensar en Argelia como un destino turístico especial a punto de abrirse al mundo.

La mejor forma -y la más segura- de disfrutar de la experiencia argelina es dirigirse hacia el sur del país, a Tamanrasset, la ciudad más grande del Sáhara, a la que fuera punto de encuentro de las grandes caravanas de camellos, o a Yanet, un grupo de pequeños pueblos en torno a un oasis dentro del parque nacional de Tassili Nayer y base de exploración de las extraordinarias pinturas rupestres en la zona.

Tamanrasset se encuentra en la región montañosa del Hoggar, a una altura superior a los 1.400 metros sobre el mar. Por ello, la temperatura en verano rara vez supera los 36 grados, convirtiendo las largas travesías por el desierto en algo soportable. En invierno, sin embargo, el visitante deberá ir preparado para soportar temperaturas extremas en las noches, sobre todo si se tiene planeado dormir en la típica tienda de los tuareg (hakit), una estructura abierta muy básica hecha con palos y cuerdas con techado de piel de cabra.

La ciudad de Tamanrasset está llena de encanto. Pequeños cafés y restaurantes ofrecen los platos típicos del desierto, tales como el cuscús, el burek (hojaldre relleno de carne), los kebabs de cordero y los dátiles. Todo muy local y auténtico, sin una concesión al turismo ni en la presentación ni en la decoración de los modestos locales.

El mejor momento de visitarla es durante los llamados assihar, encuentros culturales en los que la ciudad se viste de fiesta y procesiones de grupos folclóricos llenan las calles de colorido y música tradicional tuareg. Los característicos gritos agudos de las mujeres tuareg acompañan los ritmos hipnóticos de palmas y tambores.

Además del tafsit, la fiesta de la primavera, el calendario tuareg señala a partir de este año otra fecha: el festival de invierno, durante la última semana de diciembre. Uno de los eventos más espectaculares son las carreras de camellos, donde jinetes llegados de toda Argelia compiten en una vorágine de polvo. Los ganadores, llevados en volandas por la muchedumbre, se convertirán en héroes por un día.

Muchas agencias de viajes hacen coincidir sus tours con las celebraciones de los oasis y poblados durante el verano. En esa época del año se celebran también las bodas tuareg, ceremonias que duran varios días y son una oportunidad única para conocer desde dentro su mundo.

Casas de adobe

El verdadero encanto de las ciudades y pueblos de Argelia es el de pasear por las calles y mercados bajo la mirada curiosa de los vecinos. Si el visitante se aleja de la calle principal y se asoma a la vida cotidiana de los tuareg, con sus casas de adobe y suelo de arena, sus talleres con cientos de piezas en el suelo y grupos de niños de todas las edades jugando a la guerra con espadas hechas de ramas secas, entonces logrará ese milagro, cada vez más difícil de encontrar en el mundo, de perderse en el espacio y en el tiempo.

Una vez fuera de la ciudad, la inmensidad del desierto espera. La primera sorpresa es que no se parece en nada a las fotos que a menudo adornan los folletos de viajes: en la región del Hoggar no hay dunas, y son las rocas de todos los tamaños y formas las que toman el lugar de la fina arena. Un paisaje lunar si no fuera porque la inmensidad de la planicie se interrumpe bruscamente con paredes verticales de varios cientos de metros de altura. Estos macizos volcánicos de magma solidificado -corazón de volcán hace millones de años- son hoy parada para los convoyes de vehículos 4×4 y emblema de uno de los desiertos más bellos del mundo.

Ninguna visita a la región del Hoggar estaría completa sin la excursión a la cima del Assekrem; cinco horas en todoterreno a través del desierto y una breve ascensión a los casi 3.000 metros de la cima son recompensados con uno de los atardeceres más espectaculares de toda África. Para quien quiera repetir la experiencia y disfrutar del amanecer, un refugio y un campamento permiten pasar la noche en ese lugar.

Varias horas a través del desierto hacia el este se encuentra el pequeño oasis de Yanet, base de exploración de la región del Tassili Nayer. En esta meseta volcánica, arañada por las cuencas de ríos que se secaron hace miles de años, se encuentra uno de sus grandes tesoros: un museo al aire libre de fascinantes pinturas y grabados rupestres. El conjunto artístico, declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco, comprende 15.000 dibujos y grabados prehistóricos.

En la soledad del desierto, uno se siente observado desde las rocas por miles de ojos, hombres de cabeza puntiaguda, animales extintos hace miles de años, cazadores, grupos de mujeres y pastores.El detalle de las representaciones, la riqueza expresiva y cromática y la manera en que, gracias a la sequedad del clima, se han preservado, lo convierten en una crónica exacta de un tiempo lejano en el que el desierto no lo era, y manadas de búfalos, jirafas y orix pastaban en el mismo lugar en donde el visitante los observa representados en la roca.

De otro tiempo también, los nómadas tuareg van cediendo al progreso y cada vez son más los que cambian la tienda por la casa de adobe en la ciudad. Compartir unos días con los que aún vagan por ese océano de arena es formar parte de la aventura del desierto.

Las planicies del desierto de Argelia, tierra de los tuareg, se interrumpen en la región del Hoggar con rocosas paredes verticales de cientos de metros. Un lugar de espectaculares amaneceres y atardeceres.
Las planicies del desierto de Argelia, tierra de los tuareg, se interrumpen en la región del Hoggar con rocosas paredes verticales de cientos de metros. Un lugar de espectaculares amaneceres y atardeceres.RAFAEL ESTEFANÍA

GUÍA PRÁCTICA

Cómo irViajar por cuenta propia es desaconsejable dada la situación de inseguridad en algunas partes del país. La mejor forma de viajar es a través de touroperadores especializados. La oferta es muy amplia y son varias las agencias que ofrecen rutas de una o dos semanas por el desierto en compañía de los tuareg. Éstas son algunas de ellas que ofrecen paquetes con vuelos desde España y circuito en Argelia:- Exode (934 56 18 85; www.exode.es) tiene en su programación dos viajes, uno de nueve días, con 4×4, por 1.120 euros, y otro de 15 días, por 1.490 euros.- Club Marco Polo (902 10 12 00; www.clubmarcopolo.es) propone un viaje de 13 días tras las pistas de los tuareg por 1.254 euros por persona.- Avial Viajes (www.avial.es; 914 47 80 00) ofrece dos paquetes: uno de nueve días, llamado Expedición Tassili Haggar, en 4×4, por 1.120, y otro de 15 días, por 1.605 por persona.- Otras opciones son: Urgo World (937 99 60 00; www.urgoworld.com); Viaje Aventura, de Visamar Viatges (www.viajeaventura.com; 933 45 40 50), yNo Más Fronteras, de Ambassador (www.nomasfronteras.com).Información- Embajada de Argelia en Madrid (915 62 97 05).- www.ont-dz.com.

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