Blasco: "El Consell tiene la obligación moral de ayudar al Valencia"
En una rueda de prensa multitudinaria y flanqueado por el presidente del Valencia CF, Juan Soler, y el alcalde popular de Riba-roja, Francisco Tarazona, el consejero de Territorio y Vivienda, Rafael Blasco, defendió ayer enérgicamente el Plan de Actuación Integral (PAI) del valle de Porxinos, operación urbanística diseñada por el club de Mestalla para liquidar su deuda: 120 millones de euros.
"En Riba-roja", aseguró Blasco, "no se ha dado ningún pelotazo. Esto nunca será consentido por la Generalitat. Lo que sí ha dado alguno emitiendo juicios de intenciones es algún que otro patinazo". "La operación de Riba-roja", añadió el consejero de Territorio, "ha sido modélica y se ajustará escrupulosamente a la ley. Al Valencia le urgía solucionar su situación cuanto antes y ha obtenido el máximo amparo por parte del Consell, que tiene la obligación moral de ayudarle por la masa social que arrastra".
Riba-roja exigió que el 10% de las 2.800 viviendas fuera protegido
Al lado de Blasco, un Juan Soler inexpresivo -fue él quien calificó el plan de "pelotazo"- valoró la operación, de la que el club obtendrá unos 130 millones: "El Valencia contará en Riba-roja con la mejor ciudad deportiva de Europa. Aquí no hay que hablar de especulación ni de urbanismo, sino del ejemplo que hemos dado". Sobre el negocio que supone la operación para su familia, propietaria del 40% del club -la revalorización de las acciones se disparará con la entidad saneada-, Soler se mostró esquivo: "Nunca haré negocio con el Valencia. Mi obligación es velar por los intereses de la sociedad. Hay que desterrar la palabra pelotazo. Acabar con la deuda del Valencia es histórico".
Mientras tanto, la plataforma Salvem Porxinos, contraria al PAI, consideró ayer "una falta de respeto" del Consell "hacia sus técnicos y funcionarios" presentar un proyecto antes de que éste sea aprobado por las administraciones municipal y autonómica.Juan Soler afirmó ayer que el PAI contempla la construcción de un 10% de vivienda protegida (VPO), es decir, la tercera parte lo que anunció el pasado viernes Rafael Blasco: "Se hará entre un 30% y un 40%, aunque todo dependerá de la demanda social que haya en Riba-roja", afirmó el consejero.
El convenio firmado a instancias del Consell por todas las partes implicadas establece que el 10% de las 2.800 viviendas que se construirán en Porxinos será protegido. Fue el Ayuntamiento ribarrojense el que fijó el porcentaje de vivienda social. Y ha sido el mismo Ayuntamiento el que le ha vendido al Valencia para VPO el 10% de los 577.963 metros urbanizables que le corresponde por ley.
Según Rafael Valldecabres Ortiz, del bufete valenciano Tormo y Valldecabres, "Riba-roja ha perdido dinero, puesto que la parcela que le corresponde según la normativa la ha vendido a precio de VPO, cuando no tenía por qué hacerlo. Podía haber ganado mucho más dinero vendiéndola dentro de unos años".
Sin embargo, el equipo de gobierno de Riba-roja está encantado. "Es un proyecto que está por encima del dinero", afirmó ayer Francisco Tarazona, el alcalde: "Las negociaciones han sido duras, muy duras", afirmó. "Pero ahora estoy triplemente orgulloso: alegre por el acuerdo, con más fuerza para seguir con el plan y feliz con las ventajas que supone para el pueblo llevar a cabo una operación de este tipo. Hasta Els Verds deben estar satisfechos, puesto que Riba-roja va a ganar dos millones de metros cuadrados de bosque".
Riba-roja, según el convenio, firmado antes de que el pleno apruebe la operación -los nueve concejales populares cuentan con la oposición de ocho ediles, siete del Grupo Socialista y uno de Izquierda Unida- y de que la Generalitat dé luz verde al PAI, obtendrá 20.734.918 euros (3.450 millones de pesetas), de los cuales invertirá unos seis millones en las obras de la línea de metro que comunicará con el aeropuerto.
Entretanto, Rubén Ferrer, portavoz de Els Verds de Riba-roja, cargó contra los promotores del proyecto: "El estudio de impacto medioambiental presentado parece que lo haya hecho un niño de ESO. Y, además, es curioso porque es muy parecido al de otro PAI de la familia Soler en esta zona".
La plataforma Salvem Porxinos, contraria a la aprobación del PAI, que considera un "atentado ecológico", ultima las alegaciones al proyecto, cuyo contenido se basará en el "demoledor" perjuicio que puede causar la construcción de 2.800 viviendas en un valle ubicado en medio de un paraje natural (Les Rodanes) y el monte de El Frare.
En Riba-roja, la tensión entre partidarios y detractores del plan es máxima. La policía tuvo que disuadir el domingo a Tarazona y a algunos de sus concejales de que entorpeciera la recogida de firmas promovida por la plataforma Salvem Porxinos, grupo que ya ha recogido más de 2.000 firmas entre los 17.000 vecinos de Riba-roja, 11.000 de éstos mayores de edad.
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