_
_
_
_
_
Crítica:FERIA DE VALENCIA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Generosidad

La tarde fue de una generosidad absoluta. Excesiva. Esas tardes en las que vale todo. En las que todo se mide con el mismo rasero. Lo bueno, lo regular y lo malo, sin distinción. Ni clases. Una complicidad entre todos. Tanta facilidad acaba por contagiar a los toreros, que con el mínimo esfuerzo se llevan el premio. El mismo premio, hágase lo que se haga.

Lo que se hizo, a pesar de las cuatro orejas concedidas, no pasará a la historia. Es más, aún con cierta generosidad, de las cuatro sobraban, al menos, tres. Es decir, no se crean los jóvenes novilleros de ayer que siempre se van a encontrar con tanto jolgorio e irresponsabilidad en el palco.Que se vendió mucho triunfalismo, en fin.

Gualdamena / Lumbrerita, Marín, Posada

Novillos de Guadalmena. El primero lidiado como sobrero. Bien presentados, con cuajo, nobles y justos de fuerzas. Destacaron los cuatro primeros. Lumbrerita: Media fulminante -oreja-; pinchazo y media -oreja-. Sergio Marín: Media atravesada y descabello -oreja-; estocada y descabello -saludos-. Ambel Posada: Media -oreja-; casi entera habilidosa -palmas-. Plaza de Valencia. 12 de marzo. Primera de Feria. Media entrada.

De esos cuatro trofeos otorgados con tanta alegría, dos se las llevó Lumbrerita. Negarle ganas, amor propio, corazón y hasta valor, sería negarle al entusiasta novillero valenciano el pan y la sal al mismo tiempo. Tampoco se trata de eso. Lumbrerita derrochó entusiasmo en todo y ante todo. Desde saludar de rodillas a sus dos novillos, hasta hacer todo lo que sabía y podía. Del que abrió plaza, noble y de fuerzas justas, como todos, sacó una faena de metraje largo. Incansable Lumbrerita. Hambriento de toro. De esa faena sin reservas y de esfuerzo continuo, unos bien templados derechazos marcaron los mejores momentos. El cuarto, alto de agujas y con tipo de toro, también fue de agradable confrontación. Un tanto rebrincadito al principio y más al paso después, pero novillo muy potable. De nuevo, un derroche de sinceridad en Lumbrerita. El camino de la constancia tuvo su premio. Quien más puso, más ganó.

Mucha autosuficiencia en Sergio Marín. Demasiada. Quiso ganar sin bajar del autobús y se quedó a mitad. Entre apuntes de torero caro y otros de desesperante conformismo. Un buen quite de Posada al segundo le descubrió el buen pitón izquierdo del novillo. Por ahí empezó y por ahí acabó lo mejor de una faena que fue un gotero de calidad. Pero sólo un gotero. Se pedía más. El quinto, mal lidiado y peor picado, se acabó pronto. Demasiado sobrado Marín con él.

También apuntes de calidad y personalidad de Posada en el tercero. Novillo noble y algo más remiso. Y mejor toreado con la derecha que con la zurda. Pero sin rematar faena. El sexto lo gastó todo en varas y aunque manseó se dejó pegar. Metidos novillo y torero en la trinchera de las tablas, Posada lo intentó. Pero poco más.

Lumbrerita pasa de muleta al cuarto de la tarde.
Lumbrerita pasa de muleta al cuarto de la tarde.TANIA CASTRO
Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_