Son seres vivos, no objetos
Miedo me da la iniciativa de la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Málaga.
Queda bonito como teoría lo de llamar a un teléfono gratuito y que como por arte de magia, te limpien las aceras, te recojan los muebles tirados en la calle y ya de paso, también los animales abandonados. La parte práctica ya no es tan bonita, porque ¿las seis teleoperadoras contratadas van a informar a los ciudadanos que llamen para retirar a un animal abandonado que cualquier animal no recogido por la Protectora de Animales será gaseado en las dependencias de la Perrera Municipal en el breve plazo de diez días?
En numerosas ocasiones, la Protectora ha pedido a la concejala y al propio alcalde que se elimine la cámara de gas. Ya no tienen la excusa inicial de que no sabían anda, de que ignoraban el cruel método de sacrificio, porque se les ha explicado el proceso en el cual los animales son conducidos hasta llegar a la cámara de gas, donde tras una larga agonía de casi veinte minutos mueren por asfixia.
Dieciocho mil malagueños hemos pedido con nuestras firmas que cese semejante barbarie. Desde octubre esperamos que el Alcalde nos diga qué va a pasar con la cámara de gas. Si hay dinero para financiar el teléfono gratuito, también debe haberlo para usar un método eutanásico menos cruel, que incluso podría vulnerar el espíritu de la Ley de Protección de los Animales.
Por otra parte, el negocio de los animales de compañía deja bastantes y sustanciosas recaudaciones al Ayuntamiento para que los dueños y los amantes de los animales podamos exigir que parte de esas ganancias se destinen a un método eutanásico menos cruel.
Señora Concejala, su iniciativa es muy buena, pero no mezcle a los animales abandonados con la basura, la suciedad o con los muebles viejos arrojados a la calle.
