Requisadas cada año decenas de toneladas de peces inmaduros
La entrada, a través de La Jonquera, de peces que no alcanzan la talla mínima para poder ser capturados se ha convertido en un problema grave que inquieta al sector pesquero catalán. Sólo en lo que va de enero han sido decomisadas 25 toneladas de este tipo de especies reguladas (básicamente boquerones, chirlas y merlucitas), según los técnicos del Departamento de Agricultura, Ganadería y Pesca (DARP). En todo el año 2004, la cantidad de toneladas intervenidas superó los 60 millones. El DARP, responsable de las inspecciones en la frontera, que empezaron a realizarse en 1996, apunta a Francia y, sobre todo, a Italia como los países de donde proceden la mayoría de los camiones que transportan la carga.
La cuestión de las capturas de ejemplares inmaduros será una de las que planteará hoy el consejero del DARP, Antoni Siurana, en su entrevista en Bruselas con el comisario europeo del ramo, Joe Borg, en la que pretende influir en el reglamento de explotación pesquera del Mediterráneo. Los pescadores catalanes pidieron hace nueve años a la Generalitat que tomara cartas en el asunto, quejosos por los controles sobre las dimensiones del pescado que capturaban cuando al mismo tiempo, aseguraban, entraba pescado ilegal procedente de otros países europeos.
Los inspectores y sus correspondientes básculas empezaron entonces a ser visibles en La Jonquera. Y ya en el primer año se descubrieron más de 50 toneladas de ejemplares inmaduros. La cifra, lejos de disminuir, fue en aumento. El peor año fue 2000, con 180 toneladas requisadas, que juntas, señalan fuentes del departamento, "podrían llenar entero el Palau de la Generalitat". Desde ese año, la cifra anual se ha mantenido algo por debajo de las 100 toneladas, pero los inspectores -que, tras la posibilidad de una segunda inspección y los consiguientes controles sanitarios, pasan la carga al Banco de los Alimentos y, de ahí, a instituciones de beneficencia- dan por hecho que gracias a la telefonía móvil los expedidores pueden alertarse mutuamente de los controles. Según el DARP, en Francia e Italia no existe inspección pesquera (sí inspecciones sanitarias).
