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Reportaje:BALONCESTO Liga ACB

Recker revive en Girona

Un accidente de tráfico dejó paralítica a su novia y frustró el futuro NBA del escolta que triunfó en Indiana

Robert Álvarez

Una cicatriz en la oreja izquierda. Cuando llegó a Girona, esa era la única secuela visible del accidente que hace cinco años le desgarró la piel y cambió su futuro y el de su familia. Luke Recker (Lima, Ohio, 1978) recaló en el equipo gerundense en agosto, sin el ruido que merecía su excelente currículo escolar y universitario. Lejos quedaba la primavera de 1997 cuando compartía un puesto en la selección juvenil estadounidense con jugadores que ahora triunfan en la NBA como Ron Artest, Elton Brand, Shane Battier o Baron Davis. Lejos quedaban también sus dos temporadas en la Universidad de Indiana, donde llegó a ser visto como un posible sucesor de jugadores legendarios de los Hoosiers como Damon Bailey o Steve Alford. Después de tenérselas tiesas con Bobby Knight, el histórico entrenador de la Universidad de Indiana, decidió emigrar a Arizona a pesar de que aquella temporada había promediado 16,1 puntos por partido. "Tal vez ahora podamos defender algo", fue el ácido comentario de Knight cuando se enteró de que Recker dejaba Indiana.

El conductor de su coche murió, y el hermano de su novia quedó en estado vegetativo

Fue poco después, el 10 de julio de 1999, cuando el ahora alero del Girona, de 26 años, sufrió el terrible accidente que ha marcado su trayectoria tanto en lo personal como en lo deportivo. Viajaba en coche junto a cuatro personas más, entre ellas su novia de entonces, Kelly Craig, y el hermano de ésta, Jason, cuando un joven de 21 años, que conducía bajo los efectos del alcohol, provocó un triple choque al saltarse la mediana de una carretera de Colorado. El conductor del vehículo en el que viajaba Recker falleció en el accidente, la novia del jugador quedó paralítica de cuello para abajo y su hermano, en estado vegetativo. Recker se rompió un hueso de la muñeca izquierda y sufrió una importante herida en la oreja izquierda. Pasó por el quirófano y fue sometido a la cirugía plástica. El causante del accidente fue condenado a nueve años de prisión.

El accidente lo cambió todo. Recker desistió de fichar por la Universidad de Arizona y recaló en la de Iowa, ciudad más cercana a Chicago, donde estaba hospitalizada su novia. "Nunca más las cosas volvieron a ser igual para él", manifestó Clair, la madre de Recker. "Sin duda, es algo que nunca olvidaré, que cambió definitivamente mis puntos de vista sobre la vida y mis perspectivas", cuenta el ahora jugador del Girona.

Se pasó más de un año sin jugar pero volvió a brillar y logró una media de más de 18 puntos por partido en Iowa. Sin embargo, las aceradas opiniones de los expertos que influyen en la composición del draft de la NBA hablaban de su habilidad para anotar, de su buena lectura del juego de su excelente manejo del balón y su capacidad para pasar el balón desde la posición de dos; pero también de que no parecía haber recuperado la capacidad atlética, rapidez y capacidad de salto que poseía antes del accidente. Sin ser drafteado (elegido para ingresar en la NBA) firmó por los Heat de Miami en agosto de 2002, pero fue cortado en octubre. Jugó durante un año en una Liga menor estadounidense antes de recalar, en agosto de 2003, en el Roseto de Italia.

Recker no cejaba en su sueño, el de vestir la camiseta de los Pacers. En julio estuvo en el campus del equipo de Indiana. No logró entrar en la plantilla que dirige Rick Carlisle. Al mismo tiempo, en Girona, el Casademont se quedó sin su americano Andy Panko, que rescindió su contrato para firmar por el Caja San Fernando.

Eduard Torres, técnico del Girona, no dudó entonces en recurrir a Recker. "Le estábamos siguiendo. El Roseto era un equipo atractivo porque también estaba jugando allí un jugador catalán, Albert Miralles. Recker es un excelente tirador y un jugador de equipo, que tiene un buen pase y no es egoísta". Sin embargo, el escolta estadounidense no empezó con buen pie su singladura en Girona, donde vive con su esposa Megan. Durante su segundo día de entrenamiento se lesionó. Eso lo condicionó todo. Fue sustituido temporalmente por otro estadounidense, Robert Conley, que ofreció un magnífico rendimiento pero que acabó siendo fichado por el Tau. "Recker está haciendo buenos números, unos 15 puntos y 4 rebotes por partido. Pero está lejos de rendir al 100% debido a las lesiones", comenta Torres.

El delegado del equipo, Martí Artigas, explica que Recker es uno de esos americanos que aparecen de tarde en tarde y que se esfuerza al máximo por adptarse al equipo y a la ciudad. Recibe clases de castellano y gusta de conocer las poblaciones aledañas, especialmente las de la Costa Brava. Le atraen especialmente algunas villas marineras como Palamós, la primera que visitó en compañía de Artigas. El delegado recuerda el exagerado sobresalto de Recker cuando viajaban hacia allí y un coche que circulaba en sentido contrario realizó una maniobra extraña. En el subconsciente del jugador permanece el terrible accidente de 1999, un episodio que cambió su vida.

Luke Recker, en el Pabellón de Fontajau tras un entrenamiento.
Luke Recker, en el Pabellón de Fontajau tras un entrenamiento.PERE DURAN

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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