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Reportaje:

IU tiene otra llave

Los críticos de Andalucía y miembros de corrientes de otras comunidades se convierten en decisivos en el ámbito federal

Se han convertido en llave. Del laberinto que fue la última asamblea federal de Izquierda Unida celebrada en Madrid el pasado fin de semana, en la que Gaspar Llamazares resultó reelegido coordinador por los pelos, ha surgido una nueva corriente -cuya base esencial es el movimiento crítico de IU de Andalucía- con fuerza suficiente como para ser decisiva en la confirmación del cargo del coordinador general por el Consejo Político que aún está pendiente y que se celebrará entre enero y febrero del año próximo. La cabeza visible de este grupo, que hasta ahora ha tenido como referente más conocido a la portavoz en el Parlamento andaluz, Concha Caballero, es Sebastián Martín Recio, alcalde de Carmona y secretario provincial de IU en Sevilla, que forma parte del cuadro de dirigentes históricos de la federación.

Martín Recio: "No proponemos un frente contra Llamazares, sino una transformación"

La corriente crítica andaluza acudió a la asamblea federal extraordinaria, convocada precisamente por los malos resultados en las elecciones generales y europeas, sin un candidato claro que aupar a la dirección de IU. Aunque había dos incógnitas despejadas de antemano: ni Gaspar Llamazares, ni, mucho menos, el portavoz en el Congreso en la anterior legislatura y secretario general del PCA durante 21 años Felipe Alcaraz, con quien han estado enfrentados en los últimos ocho años. Esta última opción había surgido por sorpresa en las semanas que precedieron a la asamblea con el apoyo del coordinador andaluz, Diego Valderas, quien, después de estar al lado de Llamazares en todas las batallas internas recientes, comunicó personalmente al coordinador que la mayoría de Andalucía -conocida como sector oficialista- no le respaldaría.

Enrique Santiago, secretario general de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), era otro de los candidatos en firme que se habían postulado desde un primer momento.

En los tres días arrebatados de la asamblea, las alianzas se sellaron y se deshicieron a un ritmo enloquecido. Finalmente, el baile de nombres y pactos entre sectores desembocó en una nueva correlación de fuerzas: Alcaraz se integró en la candidatura de Santiago, y los críticos andaluces, que se habían sumado también, decidieron entonces presentar una lista propia, junto con miembros de Espacio Alternativo de Jaime Pastor y delegados de otras sensibilidades. Obtuvieron el 12,38% y 14 miembros del Consejo Político, frente al 38,1% de Santiago (42 miembros) y el 49,52% de Llamazares (54 miembros).

El sistema de elección del líder de IU es complejo. La asamblea no lo designa directamente, sino que elige a la mitad del Consejo Político (110 componentes) y el resto se completa con la aportación de las federaciones. El Consejo Político es quien señala al líder. Aunque en principio, Llamazares es el coordinador, su proclamación definitiva será una vez que el Consejo Político esté completo. "No le va a resultar fácil", señala Sebastián Martín Recio, "porque los estatutos dicen que cuando un candidato a coordinador se presenta por tercera vez tiene que tener al menos un apoyo del 60% de la organización. Es por eso que la llave podemos ser nosotros".

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Martín Recio, de 51 años, alcalde de Carmona y también médico en ejercicio, explica que la idea de presentar candidatura surgió en la asamblea sobre la marcha, después, asegura, de que Alcaraz pusiera como condición para fundirse con Santiago que "si resultaba elegido fuera él el coordinador". "Además, se habían producido vetos a miembros de nuestra corriente y nosotros estamos en otra clave distinta a la de Alcaraz, con el proceso de recuperar la IU". Relevó a Concha Caballero en la coordinación provincial de IU en Sevilla cuando hace algo más de un año se cumplió el plazo límite de mandato de la ahora portavoz parlamentaria y sus tesis son muy parecidas. "Lo que proponemos es que se llegue a una dirección colegiada encabezada por el candidato más votado, pero en la que estén las tres listas, que tiene que asumir el compromiso de consensuar un plan de trabajo para IU que asuman todos y que comprenda programa y estrategia", explica.

También tiene la idea, que ha sido formulada con anterioridad, sobre todo en los círculos andaluces, de que Izquierda Unida vuelva a hacer una convocatoria a la sociedad para aglutinar a todo lo que se mueve en la sociedad, con el formato que sea, que busque el progreso y un modelo alternativo, y que muestra una enorme desconfianza en los partidos políticos. "Eso no es ni más ni menos que lo que se hizo en Andalucía en 1984 con Julio Anguita cuando se creó Izquierda Unida", sentencia.

Sebastián Martín Recio opina que IU necesita un cambio urgente: "No proponemos un frente contra Llamazares, sino una verdadera transformación que tenga un enganche". Eso incluye que en Andalucía se vaya formando una nueva mayoría más allá de la corriente crítica constituida con el discurso de dar un giro a la organización, según Martín Recio, convertida en un partido al uso, antes de que sea demasiado tarde. La prueba de fuego serán las municipales, para las que restan dos años. "En el llamado sector oficialista andaluz hay mucha gente que opina ya que es necesario un cambio. Y no es verdad que Andalucía esté más unida que nunca, como ha dicho Valderas, la prueba es que no hemos ido a la asamblea federal como un bloque, sino en tres listas diferentes y dispersos".

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