Máximo por los pelos
El mercado de valores español consiguió ayer nuevos máximos anuales, aunque con tan poca diferencia con los anteriores, que casi parecen producidos de forma un tanto accidental. El Ibex 35 ganó el 0,31% y termina en 8.898,80 puntos, sólo cinco por encima del máximo del pasado martes, aunque con un leve incremento en los volúmenes negociados.
La bolsa se mueve actualmente en un terreno cuya firmeza parece menor de lo que realmente es debido, sobre todo, a algunos factores externos que los inversores son incapaces de controlar.
La volatilidad en el mercado del petróleo, derivada tanto del temor a una posible escasez como a una demanda excesiva, y los vaivenes de las divisas, cuyo fondo argumental resulta demasiado complejo para ser real, oscurecen el hecho de que, en términos generales, en las bolsas existe un fondo bastante firme apoyado en la negativa de muchos inversores de poner su papel a la venta en estos momentos. La rotación de los contratos sobre el Ibex 35 en el mercado de futuros, con 19.939 contratos abiertos para el vencimiento de hoy frente a 63.610 para el de enero, apuntan a un mantenimiento de posiciones que muchos inversores empiezan a tener en cuenta.
La contratación en el Mercado Continuo superó a la del miércoles en más de 700 millones de euros, hasta quedar en 2.961,20 millones, de los que más de 800 procedían de las operaciones institucionales.
Los indicadores económicos que llegaban desde Estados Unidos, sin ser muy buenos, tuvieron efectos balsámicos sobre el mercado al mejorar las expectativas de los analistas. El déficit comercial creció en el tercer trimestre, como cabía esperar, pero mucho menos de lo que se esperaba, al tiempo que la actividad industrial crecía con firmeza en Filadelfia y las peticiones semanales de subsidio de desempleo desdendían por primera vez en varias semanas. Con todos esos datos, la Bolsa de Nueva York conseguía mantener un avance del 0,17% a media sesión en el índice Dow Jones de valores industriales.
