Voces luminosas
El Cor de la Generalitat se afianza como uno de los mejores de España a la espera de la apertura del Palau de les Arts
"Esas pausas que no sean un espasmo, que no sean como un hipo. Son sólo separaciones para respirar", corrige Francisco Perales a los cantantes del Cor de la Generalitat durante una sesión de ensayo. Perales, el director de uno de los coros más valorados de España junto al más veterano Orfeón Donostiarra, está ultimando los próximos conciertos navideños en Granada y Valencia en los que interpretarán El Mesías, de Haendel.
En un momento, mientras unos cantantes formulan preguntas o consultas al director, otros vuelven a entonar las notas corrigiéndose a sí mismos y unos terceros realizan comentarios al compañero contiguo, produciéndose un curioso murmullo que concluye cuando Perales levanta la mano, dispuesto a arrancar de nuevo. Entonces, la nueva sala de ensayos del Palau de la Música se llena de música del famoso oratorio, estrenado en Dublín en 1742, del compositor alemán nacionalizado inglés que sintetizó las más diversas corrientes musicales de su época.
También el coro dispone de un repertorio proteico, compuesto por diversas corrientes musicales, hasta el punto de que es capaz tanto de cantar una obra del inclasificable compositor de música contemporánea Carles Santos (Tramuntana tremens es un ejemplo) como de acometer la ópera romántica Fidelio, de Beethoven. No en vano, la ductilidad y la versatilidad son las virtudes más destacadas de este coro formado por 67 cantantes. Son numerosas las críticas de los medios de comunicación sobre un concierto en las que se vierten comentarios no muy halagüeños hacia la orquesta o el director, pero se elogia o se salva de la quema al Cor de la Generalitat.
Su trabajo inspira confianza, como demuestra el hecho de que su director ha sido llamado por la Generalitat para formar parte de la Fundació Palau de les Arts, presentada la pasada semana. Ha sido un espaldarazo a la labor del coro, dependiente de la Institut Valencià de la Música, cuya directora, Inmaculada Tomás, es una de las fundadores y valedoras de la formación. Perales y el coordinador del coro, Lalo Marqués, también destacan el papel desempeñado por el que fue director de la Orquesta de Valencia, Manuel Galduf, y por el técnico Javier Casal.
De modo que, hoy en día, una de las escasas certezas en torno al costoso Palau de les Arts es que cuenta ya con un coro titular. Aunque no se ha anunciado abiertamente, así se interpreta de los primeros movimientos de la Generalitat para poner en marcha el coliseo. "Fue una sorpresa para todos y también una buena noticia", dice Perales.
Formado en 1987 y compuesto en la actualidad mayoritariamente por cantantes valencianos, y también de otras autonomías y países, el Cor de la Generalitat tiene un "sonido especial, brillante y claro, quizá luminoso; el del Orfeón Donostiarra, por ejemplo, es más oscuro, más mate. Cuando se hacían las audiciones para la creación del Cor ya era de este modo, quizá por nuestra cultura, nuestra forma de vida", apunta el director.
Un punto de inflexión en la trayectoria del Cor, que supuso un salto en el reconocimiento nacional del mismo en círculos no sólo profesionales, fue su doble actuación (Turandot, de Puccini, y Un ballo in maschera, de Verdi) en la temporada inaugural del Teatro Real de Madrid. Han interpretado obras sinfónicas corales y ópera en escenarios de todo el mundo y han sido dirigidos por batutas del prestigio como las de Abbado, Penderecki o Menuhin, además de actuar en numerosas ocasiones con la Orquesta de Valencia.
Desde el pasado año, son profesionales a tiempo completo de la Generalitat. Muy probablemente, a partir del otoño de 2006, cuando se ha anunciado el inicio de la temporada regular de ópera del Palau de les Arts, el Cor de la Generalitat tendrá por fin sede.
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