Honestidad
Hubo dudas en 2000 cuando Agustí Pujol hizo una apuesta arriesgada por el entonces G-4. Pero el balance demuestra que la honestidad y la personalidad de un grupo humano da buenos resultados. Con el G-4 logramos la primera Ensaladera aquel año y con el G-3, con Jordi Arrese y Juan Bautista Avendaño, hemos alcanzado otras dos finales y la segunda.
No es una casualidad. A la aportación innegable de los jugadores, cuya calidad puede contrastarse, se une la ventaja que concede compartir las decisiones técnicas con personas muy metidas en el tenis. Puedes ir un poco más lejos en los análisis y, cuando se toma una decisión, sabes que la responsabilidad es compartida, que no eres tú sólo quien ha opinado.
En Sevilla hemos vivido dos momentos en los que tener todo ese apoyo moral y la capacidad técnica de los tres ha sido vital. Algunas de nuestras decisiones fueron controvertidas, pero sabíamos que estábamos de acuerdo y que las tomamos buscando el único objetivo de ganar la Davis. Es evidente que en algunos momentos hubo jugadores que se sintieron molestos y que tal vez no entendieron nuestras razones. Pero, al final, cuando ves los resultados, te sientes compensado.
Carlos Moyà volvió ayer a dejarnos una sensación de poderío en su juego y de calidad humana. Nos demostró de lo que es capaz, controlando la tensión como él sabe en las grandes situaciones. Me siento orgulloso de él porque me consta, y lo he vivido desde muy cerca
[fue su entrenador hasta 2001], lo importante que era para él alcanzar esta victoria. Soy mucho más feliz, si cabe, porque, para mí, después de lo de 2000
[Moyà fue descartado por el G-4, del que Perlas formaba parte], me quedaba la asignatura de vivir este momento con alguien a quien quiero.
Por lo demás, creo que algunos jugadores han vivido situaciones difíciles. Entiendo la incomodidad de Juan Carlos Ferrero y Tommy Robredo. Y quiero hacer un reconocimiento hacia ellos por su reacción al aceptar disputar el dobles siendo conscientes de su dificultad. Comprendieron nuestra honestidad y las circunstancias nos han enriquecido más a todos.
Josep Perlas es miembro del G-3 y entrena al argentino Guillermo Coria.
