La OBC estrena hoy el 'Concierto para piano y orquesta', de Benguerel
A los 73 años, el compositor Xavier Benguerel (Barcelona, 1931) ha cumplido su sueño de escribir un concierto para piano. Un sueño acariciado a lo largo de más de medio siglo que se ha hecho realidad gracias al encargo que recibió hace más de un año de la Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya (OBC). Será precisamente el conjunto sinfónico catalán el que estrene esta noche en el Auditori de Barcelona el Concierto para piano y orquesta, de Benguerel, con el pianista Albert Atenelle como solista. El concierto, dirigido por Josep Caballé (Barcelona, 1973), se repetirá mañana por la tarde y el domingo por la mañana, y en él se incluyen también las obras Fuentes de Roma, de Ottorino Respighi, y Sinfónica doméstica, de Richard Strauss.
"La primera obra musical que recuerdo haber escuchado es el Concierto número 5 'Emperador', de Beethoven. La impresión que me causó y el hecho de que mi familia, pese a las dificultades económicas, me comprara un piano para que estudiara música durante nuestro exilio en Chile crearon el deseo inconsciente de querer escribir un concierto para piano que hasta ahora no ha podido materializarse porque ningún pianista ni nadie me lo había pedido", explicó ayer Xavier Benguerel en la presentación del concierto en el que se estrenará hoy su nueva obra y que supone el debut de Josep Caballé al frente de la OBC.
Con una duración de 25 minutos y escrito en un sólo movimiento -"aunque internamente la obra sigue la forma clásica del concierto en tres movimientos", aseguró el compositor-, Benguerel defininó así su Concierto para piano y orquesta: "una obra en la que se concentra todo aquello que soy capaz de hacer" en una forma, el concierto, y con un instrumento, el piano, en el que actualmente y con toda la historia que hay detrás "resulta muy difícil decir alguna cosa nueva". Atenelle aseguró que inicialmente halló pasajes complejos que no alcanzaba a comprender, pero que con los ensayos y la colaboración del compositor ha encontrado en la partitura "una obra clara, brillante y expresiva".
