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BIOLOGÍA

La población de kril en la Antártida cae un 80% desde 1976

El kril es un pequeño animal marino parecido al camarón que vive en la Antártida y sirve de alimento a ballenas y pingüinos. Así, la falta de kril puede afectar a la población de estas especies. La cantidad de kril se ha reducido un 80% desde 1970, según, un estudio publicado en Nature, el pasado 5 de octubre, por un grupo de investigadores británicos. Éstos aseguran que la reducción de kril puede explicar la caída en el número de pingüinos y ballenas observado en estos años en las zonas donde más ha descendido el alimento.

La escasez del kril es un ejemplo de cómo en la ecología todos los factores están encadenados. Según explica en conversación telefónica el director del trabajo, Angus Atkinson, del estudio británico antártico, "el descenso del kril parece estar relacionado con un calentamiento en la zona, lo que ha disminuido la capa de hielo, lo que a su vez ha disminuido la población de un alga que crece bajo esta capa y de la que se alimenta el kril". Atkinson afirma que el descenso del kril "es coherente con el descenso de ballenas y pingüinos observado en la zona desde los años ochenta y para el que no había una explicación clara".

"Hasta ahora había estudios parciales sobre el descenso de kril en algunas zonas, pero no un estudio en todas las zonas de la Antártida donde hay kril", continúa Atkinson. El kril es un crustáceo que llega a medir seis centímetros y vive siete años. Su alimento principal es un alga que crece en invierno bajo la capa de hielo. Los investigadores afirman que al reducirse la capa de hielo por el aumento de la temperatura en la zona, disminuye la población de algas y, con ellas, la de kril. "Observamos que la población de kril dependía de la extensión que tuviera la capa de hielo el invierno anterior a la medición", según el estudio. La península antártica es una de las zonas con más población de kril. El estudio explica que la temperatura ha aumentado 2,5 grados centígrados en los últimos 50 años.

Imágenes por satélite

Atkinson y sus colegas usaron los datos existentes de capturas de kril en la zona desde 1976 y, mediante imágenes de satélite, vieron la extensión del hielo cada año: "Son datos fiables y aunque oscilan mucho según el año, globalmente se ve que ha habido una reducción en la población de un 80% desde que empezó el estudio", explica.

Pingüinos, albatros, focas y ballenas son algunas de las especies que se ven afectadas por la escasez de kril, según el estudio, que avanza que la recuperación de la población de ballenas debido a la moratoria sobre la caza, puede alterar el ecosistema al no haber suficiente kril para todos los predadores. El estudio tiene además implicaciones para el futuro de la pesca en el Atlántico sur, ya que actualmente se pescan unas 300 toneladas de kril al año.

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