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Análisis:Inversión | CONSULTORIO
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Contabilidad y clientes

Aunque en apariencia la contabilidad de las entidades financieras y la gestión que llevan a cabo con sus clientes pudiesen considerarse cuestiones muy alejadas, la realidad puede ser diferente. Las exigencias normativas respecto al tratamiento de las operaciones morosas, que suponen un importante coste para las entidades en la forma de provisiones por insolvencia, les obliga a adaptar su gestión para minimizar su impacto en sus resultados.

Esta situación cobra especial relevancia en la medida en que los cambios previstos en la contabilidad recogen una mayor exigencia en relación con el tratamiento de las operaciones dudosas, que es de esperar que tenga efecto en la gestión de clientes con retrasos o impagos en sus operaciones

"Las entidades deberán mirar con más detalle los riesgos de cada cliente y ser más activas en resolver las incidencias de impago"

Quizá la principal diferencia se refiere al posible "contagio" de la situación morosa, a efectos contables, de una operación a las restantes de un mismo cliente, que podrá producirse si las operaciones impagadas representan más del 25% de sus deudas con la entidad o si alguna cantidad lleva impagada más de un año. Si bien el primer criterio puede parecer justificado, porque supone el impago de una parte significativa de las deudas, con el segundo las consecuencias pueden parecer desproporcionadas. El " olvido" de un descubierto en una cuenta puede llevar a clasificar como dudosas todas las operaciones del cliente (hipoteca, préstamo personal, tarjetas).

Es de esperar que las entidades, con estas exigencias, miren más en detalle el conjunto de riesgos de cada cliente o grupo de clientes y que sean mucho más activas en la resolución de las incidencias de impago, agilizando reclamaciones, renegociando con el cliente o pasando a fallidas las operaciones con criterios de máxima prudencia, dado el coste que, en caso contrario, les podría suponer el tener que clasificar operaciones como dudosas y mantener provisiones que reduzcan significativamente la rentabilidad de las operaciones y de los clientes que mantengan posiciones impagadas, incluso por importes menores.

Enrique Martín y Victoria Santillana son profesores de la Escuela de Finanzas Aplicadas.

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