"Me invitaron al Día de las Fuerzas Armadas y luego se olvidaron de mí"

Alicia Quiroga tenía 46 años y un hijo de 14 cuando, hace una década, su marido, Mirko Mikulcic, murió en accidente de tráfico en Bosnia. Alicia, argentina, y Milko, croata, vivían en Alicante desde los años ochenta. El envío de un contingente del Ejército español a la ex Yugoslavia, en 1992, fue para Mirko una oportunidad de regresar a su tierra y ganar un dinero como traductor. Estuvo en Mostar, compartiendo alojamiento, comida y hasta uniforme con los militares españoles durante año y medio hasta que, el 22 de mayo de 1994, el blindado en el que patrullaba cayó por un terraplén. En el accidente murieron Mirko y el sargento Fernando Casas Martín.

El nombre de este último figura en el decreto sobre indemnizaciones a los participantes en operaciones internacionales de paz y seguridad que publicó ayer el BOE. Pero no el de Mirko. Defensa alega que sólo los descendientes de españoles pueden beneficiarse de la indemnización de 140.000 euros fijada en el decreto.

A Alicia no le ha sorprendido. Tras la muerte de su marido, le quedó una pensión de 75.000 pesetas al mes y ninguna indemnización porque, según le dijeron, los vehículos militares carecían de seguro. Tuvo que acudir a los tribunales para lograr que le mejorasen la pensión y la indemnizaran con 14 millones de pesetas, parte de los cuales empleó en pagar a los abogados. "¿Será que siempre tengo que pleitear para que se reconozcan mis derechos?", se pregunta.

En mayo pasado fue invitada a la celebración del Día de las Fuerzas Armadas en Almería. "Agradezco que se acordaran de mí, lamento que luego les haya durado tan poco", se queja.