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FÚTBOL | Liguilla de la Copa de la UEFA

Siete meses de sanción a Mutu por consumir cocaína

La Asociación de Fútbol de Inglaterra (FA) impuso ayer una sanción de siete meses a Adrian Mutu por consumir cocaína. La sanción al jugador rumano es un mes más corta que los ocho meses impuestos la pasada temporada al central del Manchester Río Ferdinand por saltarse un control antidopaje. El jugador, despedido la semana pasada por el Chelsea, ha recibido ya cuatro ofertas de trabajo -dos de ellas de clubes ingleses- según sus representantes.

La sanción, que podía haber llegado hasta los dos años, es relativamente benigna debido a la doble circunstancia de que Mutu ha admitido su responsabilidad y que se trataba de una droga recreativa y no de una sustancia consumida con el objetivo de mejorar su rendimiento deportivo.

Mutu, que acudió ayer por la mañana a declarar a los locales de la FA, no recurrirá. La sanción está sujeta al cumplimiento de un programa educativo de rehabilitación y ha entrado en vigor con fecha del 25 de octubre. El jugador ha sido multado con el equivalente a 30.000 euros y deberá someterse a diversos análisis durante el periodo de suspensión.

El jefe de la Asociación de Futbolistas Profesionales, Gordon Taylor, elogió la prudencia con que ha actuado la federación: "Apreciamos la actitud de la FA, que ha puesto el énfasis en la educación y la rehabilitación", dijo, flanqueado por el jugador y sus representantes a las puertas de la federación. Taylor había criticado con gran dureza por haber despedido al jugador sin haberle dado al menos una oportunidad de rehabilitarse. "Adrian ha admitido la acusación y ha aceptado su responsabilidad desde el primer momento. Está desolado", añadió.

Muchos otros han tenido que superar periodos superiores en casos de lesiones graves y Ferdinand ha vuelto al césped tras ocho meses de suspensión. Ambos casos son muy distintos. El central se saltó un control antidopaje y, aunque nunca ha dado positivo su caso se enmarcaba en el sistema de control del dopaje con fines competitivos. Mutu no ha dado positivo en un control competitivo si no en un análisis realizado por el Chelsea al sospechar que el bajo rendimiento y la indisciplina del jugador estaban relacionados con el consumo de drogas.

Al rumano no parece que vaya a faltarle trabajo. El Chelsea, que pagó por él 22,5 millones de euros al Parma, le ha despedido y se plantea exigir al jugador una indemnización por el dinero perdido.

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