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Tácticas napoleónicas

Encender fuegos de campamento y mover los ejércitos por la noche para colocarse en posición de ventaja frente al adversario. Una táctica con la que Napoleón logró sonados éxitos militares y que el sector afín a Camps ha utilizado para ganar ventaja en un terreno donde los partidarios del portavoz en el Congreso, Eduardo Zaplana, son hegemónicos. Así, mientras los zaplanistas bajaban la guardia tras la remodelación del Consell realizada a finales de agosto por Francisco Camps -que garantizaba una tregua hasta después del congreso nacional del PP y parecía abrir una vía de negociación entre los dos sectores-, los campistas montaban la estructura necesaria en Alicante para intentar batir a José Joaquín Ripoll, Julio de España y Miguel Peralta.

Sólo han bastado unas horas tras la clausura del congreso nacional del PP para que se apagasen las hogueras y el sector afín a Zaplana descubriese con estupor que los campistas están en unas nuevas posiciones, preparados para librar en Alicante "la madre de todas las batallas", tal y como afirmó ayer el alcalde Luis Díaz Alperi.

Francisco Camps cuenta con tres semanas para obtener el mayor número de compromisarios afines al congreso regional que se celebrará el 20 de noviembre. Luego dispondrá de otras cuatro semanas para intentar convencer a quienes todavía no le apoyan de sumarse a su proyecto. El presidente del PP en la Comunidad Valenciana todavía no tiene cerrado el modelo de dirección de partido que propondrá, pero ya ha anunciado que cerca de la mitad de sus miembros serán alcaldes. El flanco por el que Camps, que controla los presupuestos de la Generalitat, ha erosionado progresivamente el poder territorial de Eduardo Zaplana. Ayer mismo, el presidente del Consell, que ha expresado su intención de volcarse en el proceso precongresual, almorzó con un nutrido grupo de alcaldes de las comarcas de la Ribera para convencerles de la bondad de su proyecto.

El sector afín a Zaplana cuenta con el elevado número de compromisarios que se elegirán para acudir al congreso (640) para intentar demostrar que sigue teniendo presencia en las tres provincias valencianas. Un elemento con el que los zaplanistas habían confiado para acudir bien posicionados a una posible negociación, previa al congreso regional, con el sector afín a Francisco Camps. Ayer, el sector de Zaplana descubrió con estupor que los partidarios de Camps han pasado a la ofensiva y optaron, como hacen los boxeadores que están a punto de ser noqueados, por agarrarse al adversario y reiterar su "respaldo sólido" a Camps. Y, en última instancia, recordar que la guerra volverá a ser de posiciones y ésta se librará en las Cortes.

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