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El alcalde de Tarragona no piensa dimitir por el 'caso Terres Cavades'

El alcalde espera que el edil implicado cese en todos sus cargos

El escándalo urbanístico de Terres Cavades no se llevará consigo al alcalde de Tarragona, el convergente Joan Miquel Nadal. El alcalde no piensa dimitir de su cargo, incluso si así se lo reclama la dirección de Convergència Democràtica (CDC), después de conocerse la implicación empresarial de su concejal de Urbanismo y máximo hombre de confianza, Àngel Fernández, en este macroproyecto edificatorio.

"Nadal no es una persona que dimita cuando haya dificultades. Al contrario, les hace frente". Un próximo colaborador del alcalde resumía ayer el talante de éste y la actitud que ha mantenido en toda esta crisis, la más grave que ha afectado al Ayuntamiento de Tarragona bajo el mandato nacionalista.

Las fuentes consultadas ayer por este periódico, todas ellas cercanas a Joan Miquel Nadal, aseguraron que el alcalde tiene la firme voluntad de mantenerse en el cargo. "Nadal no piensa dimitir, sino cumplir su compromiso con su ciudad", añadieron. En todo caso, precisaron, el alcalde sólo se plantearía abandonar su cargo si su continuidad dificultara las aspiraciones políticas de su delfín, el presidente de la Diputación de Tarragona, Joan Aregio.

Nadal y Aregio mantuvieron en al tarde de ayer una reunión en la alcaldía, después de que este último se reuniera en Barcelona con altos dirigentes de CDC, aprovechando su coincidencia en la Asociación de Municipios de Cataluña. La crisis de Tarragona sólo se comentó, agregaron las mismas fuentes, "de paso".

Ayer, en una rueda de prensa, Nadal negó que la cúpula de su partido le haya pedido la dimisión y subrayó que se siente plenamente respaldado por su formación. El alcalde auguró que CiU "volverá a ganar las próximas elecciones municipales" de 2007 pese a esta polémica.Las palabras de Nadal fueron refrendadas ayer a este periódico por un alto responsable de Convergència Democràtica, quien subrayó la total confianza del partido hacia el alcalde. "Tiene nuestra confianza y estamos seguros de que saldrá airoso de esta polémica", manifestó este alto dirigente.

CDC ha dado manos libres a Nadal para que resuelva la polémica. Eso sí, en el menor tiempo posible y vigilando que afecte lo mínimo no sólo a los intereses políticos y electorales del partido, sino también a los de la federación nacionalista de CiU.

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"Es el alcalde más importante que tenemos de Cataluña, y con anterioridad ha vivido otras crisis y éstas dan fe de la capacidad de Nadal para resolverlas. Estamos seguros de que ahora, en el asunto de Terres Cavades, lo hará lo mejor posible", agregaron en la dirección de CDC. Asimismo, negaron que se celebre una próxima reuníón entre Joan Miquel Nadal y el secretario general, Artur Mas, para abordar este escándalo. "Igual se ven este jueves en el Parlament aprovechando el pleno. Pero será una reunión para expresarle nuestra más absoluta confianza", señalaron.

En CDC se acusa al Gobierno tripartito catalán de azuzar esta polémica con sus decisiones de anular el proceso de aprobación del proyecto de Terres Cavades.

Similares críticas lanzó ayer el alcalde de Tarragona, en este caso contra el primer secretario del Partit dels Socialistes, José Montilla, quien aseguró, el sábado en un acto en Tarragona, que "CiU está cavando la tumba del gobierno municipal". "No, señor ministro. Con Terres Cavades lo que hará el señor Nadal es labrar y no me enterrarán. Si ustedes quieren, después de 15 años de fracasos consecutivos, ganar las elecciones en la ciudad, tómenselo seriamente", respondió ayer el alcalde.

Cese o destitución

En cualquier caso, Nadal se ha tomado esta semana para resolver, de una vez por todas, la crisis por Terres Cavades. En el propio gobierno municipal, sus socios de Unió Democràtica y del Partido Popular le reclaman un golpe de timón que sirva para restituir la confianza de la ciudadanía en el Ayuntamiento.

Joan Miquel Nadal, de momento, no destituirá a Àngel Fernández de la presidencia de la empresa de Aguas de Tarragona (Ematsa). El alcalde confía en que Fernández presente su dimisión voluntaria no sólo de Ematsa, sino también de la vicepresidencia del Gimnàstic de Tarragona, del que el Ayuntamiento es accionista. "Lo mejor, después de todo este escándalo, sería que Fernández hiciera un gesto y dimitiera de estos cargos voluntariamente. Pero ya no esperamos nada", comentaron fuentes municipales. Estos portavoces tampoco descartan que el alcalde emprenda una profunda reestructuración del área de urbanismo que dirigía Fernández.

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