_
_
_
_
_

Prodi exige primarias en El Olivo para convertirse en su líder

Fuertes divisiones en el interior de la izquierda de Italia

Enric González

El regreso de Romano Prodi a la política italiana está resultando mucho más difícil de lo previsto. El aún, hasta final de octubre, presidente de la Comisión Europea es desde hace meses la gran esperanza de la izquierda, el hombre designado para enfrentarse a Silvio Berlusconi en las elecciones generales de 2006. Pero Prodi, sin partido y sin base política, es un "candidato flotante".

Prodi exige unas elecciones primarias para dotarse de legitimidad, y exige que los partidos de la coalición El Olivo se federen y le entreguen el mando. Ayer lanzó un ultimátum: o se cumplen sus condiciones, o la oposición tendrá que buscarse otro candidato.

De las dos grandes formaciones de El Olivo, la mayor, el Partido de los Demócratas de Izquierda (PDS), acepta sin reparos las condiciones de Prodi. El PDS no consigue librarse del estigma de su condición de antiguo Partido Comunista y su actual líder, Piero Fassino, asume la condición de "inelegible" y renuncia al protagonismo en favor de Prodi, parapetándose tras su poder parlamentario y social. Otra cosa es La Margarita, un partido escoba que integra a ex radicales, ex democristianos y ex socialistas y cuyo líder, Francesco Rutelli, ex alcalde de Roma, no carece de ambiciones personales. Los choques entre Prodi y Rutelli han sido frecuentes en las últimas semanas.

Rutelli plantea objeciones sólidas a los planes prodianos. Considera que celebrar primarias con un candidato predestinado a la victoria carece de sentido y no movilizará a los potenciales electores, sino al contrario. También considera que federar apresuradamente a las fuerzas de la oposición puede crear fricciones con la militancia en el peor momento.

Ayer, con una extensísima carta que ocupaba dos páginas del diario La Repubblica, Prodi exigió la rendición de Rutelli sin nombrarle en ningún momento. "Si hay un proyecto alternativo y alguien que cree encarnarlo, vayamos a un enfrentamiento abierto y comprensible para los ciudadanos", escribió el presidente de la Comisión, retando de hecho a Rutelli a que concurra a las elecciones primarias por el liderazgo, en unas condiciones que asegurarían la ruptura de El Olivo.

La federación encarna para Prodi "la definitiva superación de la división entre laicos y católicos y la consolidación de la alternancia". La federación, dice, "representa mi identidad política, la única para mí posible". La amenaza queda clara. Los dirigentes de El Olivo se reunirán el 4 de octubre para decidir en qué condiciones acudirán a las elecciones generales.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_