El rectorado trabaja para lograr una transición pactada en el año del espacio superior europeo
"Un paso de este calibre se tiene que lograr mediante un amplio consenso de toda la comunidad académica, para que la decisión que se adopte no signifique -o se entienda- como la victoria de una parte de la universidad o la derrota de la otra". Éste es el primer gran objetivo -y, prácticamente, el que centrará el próximo trimestre- que se ha propuesto Javier Sanz, rector en funciones de la Politécnica de Valencia por razones de coyuntura política tras la sorpresiva salida de quien ha dirigido la casa durante 19 años ininterrumpidos, Justo Nieto, para dirigir la nueva macroconsejería de Empresa, Universidad y Ciencia. De manera que "el año de la adaptación (que no de la implantación) de la normativa legal a las directrices del espacio de enseñanza superior europeo" -como lo ha definido Sanz en entrevista- será también para la segunda universidad valenciana en alumnos (36.500) y la primera en generación de I+D+i (54 millones de euros en 2003) el año en que tendrá que abordar en serio la postergada "transición" al frente del gobierno de la universidad.
Un trayecto hacia un nuevo juego de equilibrios internos en centros y departamentos que se antoja tan "difícil" como "entusiasta", según explica Sanz, y que, de alguna manera, camina en paralelo a los "cambios estructurales y de personas" que se han producido con la nueva consejería. Un macrodepartamento que aglutina bajo una sola autoridad todas las competencias en materia de transferencia tecnológica e innovación, investigación básica y parques científicos y universidades. No en vano, las cinco subsecretarías y/o direcciones generales adscritas al nuevo organigrama están en manos de catedráticos y vicerrectores de distinta procedencia, pero todos con estrecha vinculación con la Politécnica.
En consonancia, el primer Consejo de Gobierno de la era postnieto que se celebrará mañana lleva dos puntos únicos en cartera estrechamente relacionados con el giro que el Consell de Francisco Camps -en abierta similitud con las directrices trazadas por el Gobierno de Madrid- pretende consolidar: en primer lugar, un modelo estable de financiación universitaria; y, en segundo, la puesta en marcha de nuevas titulaciones estructuradas siguiendo el guión de los actuales planes de estudio, pero dotados de una flexibilidad que permita adaptarse a la nueva metodología de Bolonia en cuanto esté lista.
Por tanto, en primer lugar el Consejo abordará el proyecto de Presupuestos para 2004 que, según precisa Sanz, se han hecho "ajustados a las directrices que se fijaron las universidades en el documento de Prórroga del Plan Plurianual de Financiación (PPF) 2004-2006". Un documento trabajado por las cinco universidades que -de ser ratificado por el Consell en los próximos días- se consolidará como el primer modelo de financiación del Estado en destinar el 1,2% del PIB regional al sistema universitario.
Y, en segundo término, el Consejo dará luz verde a los planes de estudio de tres nuevas titulaciones de primer y segundo ciclo muy pensadas en el nuevo Catálogo de Títulos, que deberá de aprobar el nuevo ministerio socialista antes de fin de año. Se trata de Biotecnología, Aeronaútica y segundo ciclo de Humanidades, una carrera de nueva factura pensada por vez primera, explica Sanz, para "formar mejor a nuestros ingenieros".
Entretanto, la receta para que, "sea cual sea la decisión que adopte el Consejo de Gobierno respecto a los plazos para elegir rector, salga por consenso", no es otra que "diálogo y más diálogo", subraya Sanz.
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