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Columna
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Casanova al paredón

Yo también quiero contribuir con mi granito de arena a poner un poco de orden, caramba. Don Manuel Fraga se ha ido de romería y, aprovechando el marco, ha hecho unas revelaciones que nos tienen que abrir los ojos a todos los catalanes: "La famosa Diada de Cataluña se hace en honor a un señor que ni fue fusilado".

Loemos este adjetivo, "famosa", con el que don Manuel obsequia a nuestra humilde Diada. Estoy segura de que es una costumbre que tiene el ex ministro franquista con todas las celebraciones del mundo. Seguramente, no es extraño oírle hablar del "famoso día de la Independencia americano", o del "famoso día de las Fuerzas Armadas Españolas". Loemos también este calificativo, "señor", con el que obsequia a Rafael Casanova, y que no es un calificativo demasiado normal para los muertos célebres. Es evidente que don Manuel, con su inmenso respeto, debe referirse a Cervantes como "un señor que ni siquiera perdió los dos brazos" o debe hablar habitualmente de la señora Agustina de Aragón y del señor Jesucristo. Pero sobre todo loemos también, faltaría más, esa denuncia valiente: "Ni fue fusilado". Cuánta razón. Hoy en día se hace héroe a cualquier pelagatos que no murió fusilado como un macho. Y es que, entre tener un héroe nacional fusilado y tener a otro que murió, pongamos, en la cama, no hay color. Y si don Manuel Fraga toca el tema de los fusilamientos hay que escucharle, porque es un tema que conoce a fondo y de primera mano. Además, tiene la decencia de no mencionar otros sistemas de liquidar a señores, como el garrote vil. Eso habría sido mal interpretado por la chusma, siempre tan susceptible.

El problema es que, si sólo es legítimo hacer homenajes a héroes que hayan sido fusilados, se nos acaban las fiestas nacionales en el mundo. Adiós, celebraciones en honor a George Washington. Eso por no hablar de Agustina de Aragón, que, a pesar de encontrarse entre las posibles preferencias a nivel heroico del señor Fraga, tampoco fue fusilada. Por eso, propongo que no seamos tan estrechos de miras. Franco, que para muchos amigos de don Manuel es un héroe, tampoco fue fusilado y eso no impide que estos amigos depositen flores en su tumba. Sí que fueron fusilados, en cambio, un buen número de republicanos durante la Guerra Civil española. Tal vez para don Manuel y los de su categoría no son héroes, claro. Por eso sus familias siguen esperando no ya un homenaje, sino una pensión. ¿Les parece a ustedes que he abandonado el tono irónico y he cambiado el registro en estos últimos párrafos? Pues sí. Porque estoy hasta el gorro.

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