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El abandono de un consejero complica a Fraga la remodelación de la Xunta

Xosé Hermida

La remodelación de la Xunta emprendida por Manuel Fraga tras anunciar que el próximo año optará a un quinto mandato se vio sobresaltada ayer por el inopinado abandono, a petición propia, de uno de los consejeros más veteranos del Gobierno autonómico. Juan Miguel Diz Guedes, titular de Política Agroalimentaria, comunicó su abandono del cargo a Fraga, horas después de que éste hiciese oficial su propósito de designar, por vez primera, a dos vicepresidentes. Aunque Diz Guedes aludió a "motivos personales", diversas fuentes del PP coincidieron en que el consejero mostró en privado su disconformidad con los cambios en la Xunta.

Los equilibrios de Fraga para satisfacer a las familias del PP gallego al tiempo que se rodea de colaboradores más jóvenes para competir en las elecciones autonómicas de 2005 toparon ayer con las primeras dificultades. En su propósito de no agitar las divisiones internas, Fraga ha optado por no señalar un sucesor claro y crear dos vicepresidencias, la primera para el consejero de Política Territorial, Alberto Núñez Feijoo y la segunda para el de Medio Ambiente, José Manuel Barreiro. Una decisión de apariencia salomónica para satisfacer a los dos grandes sectores que se han configurado en los últimos años en el PP gallego a la sombra de Fraga: uno, al que pertenece Núñez Feijoo, fiel a Mariano Rajoy y a la dirección nacional del partido, y el otro, del que proviene Barreiro, aglutinado en torno a los barones provinciales del partido y al antiguo secretario regional del PP, Xosé Cuiña.

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Síntomas de malestar

Los síntomas de malestar trascendieron cuando Fraga se disponía ayer a cerrar la remodelación. Diz Guedes había sido uno de los consejeros que se distanciaron de la dirección nacional del PP durante la crisis abierta en la Xunta tras el desastre del Prestige y que se saldó con la defenestración de Cuiña. El consejero de Política Agroalimentaria era un veterano colaborador de Fraga y su nombre no se barajaba entre los posibles cambios. Pero Diz Guedes se adelantó a cualquier decisión del presidente, y pese a la insistencia de éste para que continuase, le pidió ser relevado de su cargo, según fuentes de la Xunta. Diz, que hace algún tiempo fue promovido por algunos sectores a la secretaría general del partido, perdía influencia en el Gabinete con la creación de las vicepresidencias. Los recelos de otros consejeros ya obligaron hace unos días a Fraga a desistir de su propósito inicial de atribuir a los dos vicepresidentes funciones de coordinación, revelaron fuentes del PP. Ambos continuarán al frente de sus respectivas consejerías.

El abandono de Diz obligó a Fraga a ampliar el alcance de la remodelación, que fuentes de la Xunta daban por hecho que se cerraría anoche y afectaría a cuatro departamentos. La lista que se barajaba despertaba resquemores en el sector de los barones provinciales, que temen un reforzamiento de los afectos a Rajoy, sus rivales internos.

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Sobre la firma

Xosé Hermida
Es corresponsal parlamentario de EL PAÍS. Anteriormente ejerció como redactor jefe de España y delegado en Brasil y Galicia. Ha pasado también por las secciones de Deportes, Reportajes y El País Semanal. Sus primeros trabajos fueron en el diario El Correo Gallego y en la emisora Radio Galega.

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