"No he estado a la altura"
Moyà pierde ante Massú y deja al doble Martínez-Ruano como única opción española de medalla
Su idilio con el torneo olímpico no fue una historia feliz. Carlos Moyà salvó tres bolas de partido el día de su debut ante el sueco Enqvist y ayer levantó cinco bolas más para evitar su derrota, pero al final sucumbió. El mallorquín perdió ante el chileno Nicolás Massú por 6-2 y 7-5 en una hora y 45 minutos. Eran los cuartos de final. Y fueron su despedida. Se marchó de la pista central triste y decepcionado. "No he estado a la altura. Sé que acabo de perder una buena oportunidad de ganar una medalla, de pasar a la historia. Y no sé si voy a tener otra", reflexionó.
¿Por qué falló tanto en el saque? ¿Por qué no le acompañó su drive, un golpe que le ha llevado al liderato mundial? ¿Por qué sus golpes ganadores salían esta vez fuera de los límites de la cancha? Él no tiene respuestas. "Hay días en que todo te sale y otros en que no. Y hoy he tenido uno de esos", se limitó a decir. La cuestión es que Massú, 14º jugador mundial, se convirtió en un gigante frente al tenista español. Privado de su primer saque -entró el 39% en el set inicial- y con un drive excesivamente frágil -cometió nada menos que 58 errores no forzados-, Moyà fue una sombra de sí mismo.
Privado de su primer saque y con un 'drive' muy frágil, fue una sombra de sí mismo
"No creo que hayan sido los nervios. Tampoco me presionó saber que tenía un buen cuadro por delante", dijo; "lo que sí me pesó fue el cansancio acumulado en los días pasados. Hoy me he notado algo más lento de piernas. Y menos seguro con mi saque". El balear comentó que frente a Karlovic había tenido que realizar algunos ajustes en su saque y que puede que eso le restara solidez. En la primera manga afrontó incluso una bola para 5-1 de Massú. Pero en la segunda, aun jugando mal, tuvo sus opciones: estuvo un break arriba y tivp un break-point para el 6-5. Sin embargo, en la sexta bola de partido, justamente cuando Massú había roto su cordaje, la tensión pudo con Moyà, que entregó una volea y fue superado por su rival. "De 100 puntos en estas condiciones, perdería uno. Y fue ése", argumentó. Chile coloca a dos semifinalistas, puesto que Fernando González derrotó al francés Grosjean.
"Estoy decepcionado, es cierto. Puede que los Juegos se hayan acabado para mí. Era mi debut y no sé si jugaré en Pekín, ya con 31 años".
Conchita Martínez y Virginia Ruano -número uno del mundo en dobles- le dieron la respuesta. Con 32 años y 30 respectivamente, se clasificaron ayer para las semifinales de dobles al derrotar a las chinas Yan-Zheng por un doble 6-1.
Ellas dos se han convertido definitivamente en la única opción española de medalla. Hoy jugarán una de las semifinales ante Navratilova-Raymond o Asagoe-Sugiyama que podría lanzarles hacia el oro o la plata. "Una medalla es todavía un sueño", asegura Ruano, que no posee ninguna. "Pero aún queda mucho", agrega Conchita, que lleva ya colgadas una de plata (Barcelona 92) y otra de bronce (Atlanta, 96), ambas en dobles.
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