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Reportaje:

Las petroleras del 'tío Sam' regresan a Libia

Exxon-Mobil, Occidental, ConocoPhillips, Amerada Hess y Marathon negocian su vuelta tras 18 años de embargo

Fernando Gualdoni

Las petroleras estadounidenses hacen cola para volver a Libia tras 18 años de ausencia por el embargo de Washington contra el régimen de Muammar Gaddafi. Libia tiene las mayores reservas de crudo de África (29.500 millones de barriles) y con inversión puede duplicar su producción actual de 1,5 millones de barriles diarios. Europa ya saca tajada de esto y EE UU quiere su parte.

Operar en Libia es un negocio redondo: el crudo es de gran calidad, el coste de extracción no pasa de dos dólares y se vende a 36 en el mercado
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Hablar con Abdulá al Badri en Trípoli es una tarea imposible. Está siempre ocupado, reunido, o no está en su despacho. Al Badri es el director de la Compañía Nacional del Petróleo (NOC) libia y el principal contacto para los que quieren invertir en el sector petrolero del país. Es el hombre del momento. En los últimos meses, Al Badri ha recibido a ejecutivos de por lo menos siete grandes petroleras estadounidenses (Exxon-Mobil, ChevronTexaco, Occidental Petroleum, ConocoPhillips, Marathon Oil, Amerada Hess y Grace Petroleum) que dejaron el país a raíz de las sanciones que se impusieron contra Libia en 1986. Ese año marcó el fin de la presencia estadounidense en Trípoli tras cinco años de agonía que comenzaron con el cierre de la embajada en 1981 por orden de la Administración del recientemente fallecido ex presidente Ronald Reagan.

A finales de abril pasado, el presidente de EE UU, George Bush, levantó parcialmente las sanciones económicas contra Libia en respuesta a las medidas anunciadas por Gaddafi para cooperar con el desarme y contra el terrorismo. En mayo, sin perder un minuto, los empresarios petroleros estadounidenses comenzaron a llegar a Trípoli para recuperar su negocio. Las petroleras de EE UU fueron pioneras en el sector petrolero libio y entre finales de los sesenta y los setenta el país norafricano registró su máximo nivel de producción de crudo de 3,3 millones de barriles diarios. Tras el embargo, la extracción, ya en manos del Estado libio, se redujo a 1,2 millones.

Ausencia de rivales

A principios de los noventa, las petroleras europeas aprovecharon la ausencia de sus rivales estadounidenses y el hecho de que sus países no habían roto las relaciones comerciales con el régimen de Gaddafi para entrar en Libia. La petrolera italiana ENI, Repsol YPF, la francesa Total y la austriaca OMV lograron importantes concesiones de exploración y producción que resultaron ser un éxito. La producción de crudo del país, con el aporte de los nuevos yacimientos desarrollados por las empresas europeas, alcanzó los 1,4 millones de barriles diarios a finales de 1999 y hoy supera con holgura el millón y medio.

Las petroleras europeas han acaparado las concesiones que el Gobierno libio ha ido otorgando con cuentagotas. El negocio es muy rentable, ya que el coste de extracción de un barril de crudo en Libia es muy bajo, entre uno y dos dólares, según el yacimiento. Añadido a esto, el petróleo libio es de muy buena calidad, con un muy bajo contenido de azufre. España, Italia, Francia, Alemania y Grecia se reparten casi la totalidad de los 1,2 millones de barriles que el país exporta y una pequeña cantidad, en torno al 5% del total, se destina a algunos mercados asiáticos y a Suráfrica.

El Gobierno libio quiere atraer a los inversores extranjeras para desarrollar el sector de hidrocarburos y alcanzar una producción de dos millones de barriles de crudo de media para finales de esta década y los tres millones para 2015. El incremento de su capacidad de producción le reportaría a Libia más ingresos por ventas petroleras y también le sería útil para ganar influencia en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Si Libia recupera su nivel de extracción previo al embargo, se situaría, como productor de la OPEP, a la altura de Irán o Venezuela, es decir, entre los más potentes, por debajo del gran peso pesado que es Arabia Saudí.

Un informe elaborado por la consultora Wood Mackenzie señala que Libia es un territorio "altamente inexplorado" en términos petrolíferos y tiene un "gran potencial" para nuevos descubrimientos. En el país sólo hay en operación 12 yacimientos con más de 1.000 millones de barriles de reservas cada uno y otros dos con entre 500 y 1.000 millones. A finales del año pasado, el primer ministro, Shukri Ghanem, anunció que abriría a la inversión extranjera 39 bloques donde ya hay producción y otros 30 para explorar. Estos últimos se negociaron mayoritariamente con las petroleras Repsol YPF y ENI. Las empresas estadounidenses no quieren quedarse afuera de la siguiente ronda de adjudicaciones de bloques de exploración.

Además, no sólo se habla de petróleo, sino también de gas natural, un recurso que Libia ha aprovechado poco. Se calcula que este país norteafricano tiene unas reservas de gas de 1,3 billones de metros cúbicos, según el último informe estadístico de BP. Esta cantidad supone el 0,8% del mundo. Libia apenas exporta gas, tan sólo unos 800 millones de metros cúbicos de gas licuado anuales a España y próximamente lo venderá a Italia a través de un gasoducto submarino.

El Gobierno libio calcula que necesitará unos 3.000 millones de dólares de inversión extranjera para empezar a poner en marcha sus planes de expansión del sector petrolero. Fuentes de la OPEP creen que con la actual situación de altos precios del crudo, Libia se ha convertido en el centro de todas las miradas de las petroleras occidentales. El país es un negocio redondo: se produce crudo a bajo coste y se vende a los niveles más altos de los últimos 20 años.

En 2003, Libia obtuvo unos ingresos por exportaciones petroleras de alrededor de 13.400 millones de dólares, un 28% más que en el año anterior y casi sin aumentar su producción un ápice, según datos de la Agencia Internacional de la Energía (AIE). Las ventas de crudo representan el 95% de los ingresos del país y cubren el 75% de los gastos públicos. El producto interior bruto (PIB) libio se incrementó un 4,7% en 2003, y para este año y el próximo se prevé un crecimiento económico del 6% y 7%, respectivamente.

La riqueza de las reservas energéticas de Libia, gas y petróleo, atrae a las multinacionales estadounidenses.
La riqueza de las reservas energéticas de Libia, gas y petróleo, atrae a las multinacionales estadounidenses.

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Sobre la firma

Fernando Gualdoni
Redactor jefe de Suplementos Especiales, ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS como redactor de Economía, jefe de sección de Internacional y redactor jefe de Negocios. Es abogado por la Universidad de Buenos Aires, analista de Inteligencia por la UC3M/URJ y cursó el Máster de EL PAÍS y el programa de desarrollo directivo de IESE.

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