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El Grupo Popular descarta sancionar a los diputados que boicotearon a Camps en las Cortes

La mayoría zaplanista de la dirección parlamentaria dice que no hubo plante al presidente

El consejo de dirección del Grupo Popular de las Cortes Valencianas eludió ayer la adopción de cualquier iniciativa que pudiera acabar en sanción para los 20 diputados, en su mayoría zaplanistas, que no acudieron al pleno del 27 de julio. La reunión del órgano de dirección del grupo, en el que los zaplanistas son mayoría, fue solicitada por los campistas con la pretensión de que el portavoz, Serafín Castellano, explicara lo sucedido y depurara responsabilidades. Pero Castellano no explicó nada y, como los demás zaplanistas, aseguró que no hubo ningún plante. Según el portavoz, las ausencias, sobre las que hay que "reflexionar profundamente", denotan "malestar por la situación".

La reunión del consejo de dirección del Grupo Popular fue "un diálogo de besugos", según fuentes cercanas a los campistas, que la habían pedido para que el portavoz, Serafín Castellano, explicara lo sucedido en el pleno de la semana pasada. Pero el portavoz no dio explicaciones, ni asumió responsabilidades, ni dio muestras de tener intención de depurar a nadie. En vez de eso intentó cargar a los campistas cualquier iniciativa que pudiera acabar en una sanción a los ausentes. Los integrantes del consejo de dirección partidarios de Eduardo Zaplana -el presidente de las Cortes y del PP en Alicante, Julio de España, el secretario primero de la Cámara, Juan Manuel Cabot, el portavoz, Serafín Castellano, y el portavoz adjunto Rafael Maluenda- acordaron no imponer sanciones. Los alineados con el presidente de la Generalitat, Francisco Camps -la vicepresidenta de las Cortes Maira Barrieras y los portavoces adjuntos Antonio Clemente y Ricardo Costa, a los que se sumó, con voz pero sin voto, el consejero de Presidencia, Alejandro Font de Mora, en representación de Camps- no participaron en la votación. Los zaplanistas pidieron unidad y declararon solemnemente su apoyo al presidente Camps.

Los campistas mostraban semblantes muy serios al término de la reunión, que duró más de dos horas. Y abandonaron la sede parlamentaria sin hacer declaraciones. Después sí que hablaron, para señalar que de la reunión de ayer se desprende que "en ningún momento se produjo ningún plante". Era lo que habían defendido durante la reunión los zaplanistas. Sin embargo, Serafín Castellano, que después compareció en conferencia de prensa junto a Julio de España, vino a reconocer que sí existió tal plante al señalar que la ausencia "atípica, inusual y no deseada" de un número "tan importante" de diputados, no debería interpretarse como una "rabieta" o un "capricho", aunque sí "denota malestar por la situación", y al añadir que "no reflexionar profundamente sobre las causas de esas ausencias sería un grave error". Eso sí, tanto Castellano como De España negaron ser los instigadores de la rebelión. Es más, aseguraron que nadie instigó nada. El día de autos, Castellano achacó las ausencias a la "casualidad". De ahí que Castellano defendiera ayer que "la vía de las sanciones no es la más oportuna" El portavoz apuntó a "la vía del diálogo" y a la adopción de decisiones "en positivo".

Un diálogo que los zaplanistas consideran difícil porque "hay algunos que quieren alargar el conflicto y extenderlo hasta Madrid", según dijo Castellano en alusión a unas declaraciones del campista Esteban González Pons, consejero de Educación y Cultura. Éste reprochó el pasado sábado a De España por no recordar a los diputados díscolos "su deber de ir a las Cortes" y relacionó la crisis del PP valenciano con el próximo congreso nacional del partido que ha de reafirmar a Mariano Rajoy como líder. "No es papel del presidente analizar las ausencias", dijo De España, quien tachó de "vergonzoso" que "algunos altos cargos enciendan fuegos en vez de apagarlos" y que consideró que "intentar utilizar la figura de Rajoy en beneficio propio es desleal, irresponsable y una cobardía". El camino para resolver lo que calificó de "pequeños problemas", es el diálogo, según De España.

Andrés Perelló, portavoz adjunto del Grupo Socialista, dijo que las "luchas fratricidas" impiden conocer los apoyos con que cuenta el presidente de la Generalitat" y que esto sólo lo puede aclarar "una moción de confianza". "La cuestión es si el presidente será o no capaz de plantearla", añadió Perelló tras criticar la indecisión" y la "incapacidad" de Camps para afrontar la crisis.

Los integrantes del consejo de dirección del Grupo Popular, ayer, al iniciar la reunión en las Cortes.
Los integrantes del consejo de dirección del Grupo Popular, ayer, al iniciar la reunión en las Cortes.
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