Una nueva alianza para la construcción europea
La incorporación de Madrid al eje París-Berlín, y el consiguiente anuncio de la próxima celebración de cumbres tripartitas entre los líderes de los tres países en esta iniciativa, es noticia que data de los pasados 29 y 30 de mayo, cuando el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, proclamó sucesivamente las capitales de Alemania y Francia su ferviente deseo de "devolver a España al corazón de la construcción europea".
El canciller Gerhard Schröder dio a entender entonces que la participación española en las cumbres tendría un carácter más bien ocasional, en función de la agenda de cada reunión, pero el presidente Jacques Chirac tendió a dar un carácter estable a esa presencia de Madrid.
Los dos líderes volvieron a reunirse a solas, como hacen siempre, en vísperas del Consejo Europeo de junio, en el que se aprobó la Constitución europea. Pero poco después, el 28 de junio, Zapatero revelaba confidencialmente a un grupo de periodistas, que le acompañó en el viaje de regreso de la cumbre de la OTAN celebrada en Estambul, que el calendario de la primera cumbre tripartita se acercaba.
La Moncloa dio ayer un paso más en la concreción de esa cita, que fue confirmada también oficiosamente por fuentes diplomáticas europeas. "Con esta cumbre, comenzará una nueva concertación que incluirá a España a partir de ahora", dijo una de esas fuentes, que añadió: "En contra de lo que dicen algunos, España ha vuelto a contar en Europa".
La incorporación de España a la entente franco-alemana puede suscitar, sin embargo, temores en países pequeños de la Unión, especialmente entre los nuevos socios del Este, que recelan de la formación de lo que se ha venido en llamar un "directorio", por el que los dos grandes fundadores del proyecto comunitario decidirían, con poderes casi absolutos, el futuro de Europa.
Está por ver, además, si el Reino Unidos, invitado esporádicamente a estas cumbres informales, seguirá participando en ellas, al menos cuando se hable de temas de defensa.
