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Entrevista:JOSEP ANTON BURGASÉ | Presidente del Puerto de Tarragona

"La línea del AVE no resuelve el problema de la carga en el puerto"

El nuevo presidente del Puerto de Tarragona, Josep Anton Burgasé tiene 51 años. Nació en Tarragona y toda su vida profesional ha estado vinculada al Puerto de Tarragona, donde empezó como aprendiz. Ha sido concejal en su ciudad durante 25 años. Esta semana dimitió como regidor. Está preocupado por la conexión del puerto con el territorio. Denuncia la falta de infraestructuras y que el AVE proyectado, al puerto no le sirva de nada.

Pregunta. Conoce el puerto.

Respuesta. Sí, pero también he descubierto cosas que no dominaba. El puerto es una infraestructura más dentro del nódulo logístico de un territorio que no es grande, pero en el que hay un aeropuerto, un puerto, una autopista, un AVE que llegará aunque no sepamos cuándo, una dotación ferroviaria. Debemos ir con cuidado, sobre todo desde el punto de vista de la sostenibilidad, porque el territorio puede acabar trinchado.

"Nuestro puerto es el puerto de Aragón y hasta de La Rioja, el del corredor del Ebro"
"En 2003 hemos tenido una reducción del 40% de beneficios. Con un gasto más elevado"

P. ¿Cómo está el puerto?

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R. Lo que mejor cumple hoy las expectativas con vistas al futuro son las instalaciones portuarias. El Puerto ha ido invirtiendo y está preparado para los próximos 20 o 25 años. Tiene planes de inversión, un plan director y está en condiciones de afrontar los retos que requiere la logística. Pero tenemos un problema: la falta del ancho internacional ferroviario. Hasta ahora daba la sensación de que con la llegada del AVE al Camp de Tarragona se resolverían los problemas del transporte de mercancías, y esto no es cierto. La línea del AVE no resuelve el problema de la carga en el puerto de Tarragona. La conexión ferroviaria de alta velocidad desde Tarragona hasta El Papiol no admite la carga que puede salir del puerto. Habrá que ver qué hacemos con las mercancías.

P. ¿Qué hacer?

R. Una posibilidad es un tercer raíl para la vía actual, pero esto tiene otros problemas. Otra solución es la que plantea el Gobierno catalán: un corredor transversal con dos patas que sean el puerto de Tarragona y el puerto de Barcelona. Pero claro, éste es un proyecto a 15 años vista y cada día que pasa sin que nuestra red ferroviaria, como mínimo desde el puerto de Tarragona y el de Barcelona, esté conectada con la red ferroviaria occidental perdemos competitividad. Los puertos noreuropeos crecen y los nuestros tienen un problema de crecimiento.

P. ¿No sirve la carretera?

R. Necesitamos conectar con el interior de la Península de una manera más ágil que ahora. Tenemos bien la AP-7, pero hay una conexión muy deficitaria con la A-2. Debemos ir hasta Valls, de allí al Pla de Santa Maria y allá coger la autopista. Es imprescindible y urgente que tengamos la autovía Tarragona-Montblanc-AP-2 y la conexión con Tàrrega y la A-2.

P. Otra posibilidad son las autopistas del mar.

R. Se puede eliminar tráfico de tierra y pasarlo al mar. Creo que no hay otra solución, las autopistas del mar serán alternativa al camión y un complemento muy fuerte del ferrocarril. Lo que no puede ser es que en Europa el tráfico rodado continúe creciendo. En las autopistas ya no se cabe.

P. ¿El aeropuerto de Reus?

R. No tengo claro que este aeropuerto sirva para la carga. En Europa los aeropuertos dedicados a la carga no acostumbran a estar en los centros urbanos, porque esto tiene requerimientos técnicos de aviones más grandes, pistas más largas, más ruido, de día no pueden volar, tienen que hacerlo de noche, y de noche en este territorio a ver quién es el guapo que empieza a bajar y subir aviones. Además, necesitaríamos generar carga de mucho valor añadido, porque el coste del transporte es alto.

P. El Gobierno catalán anterior proponía un frente portuario.

R. El Gobierno anterior creó un frente catalán, lo reunió una vez y lo mató, no volvió a reunirse. El Gobierno actual nos reunió hace un mes y medio. Nos hemos puesto a trabajar. Se trata de fijar un marco de actuación en el que en el 80% de las cosas podemos ir unidos y en el resto tenemos que competir. Podemos aprovechar la telemática, la información, los sistemas de facturación, el control informático de accesos, etcétera. La formación. Y todo lo relacionado con la promoción exterior. El objetivo es convertir Cataluña en una plataforma logística importante en Europa. Barcelona mueve unos 40 millones de toneladas, y nosotros, unos 30. Total: 70 millones de toneladas. Esta cifra es pequeña en el conjunto europeo, Rotterdam está en más del doble: 200 millones de toneladas. Debemos ir juntos, como plataforma única.

P. ¿Y en la Península?

R. La apuesta más decidida que tenemos es intentar una alianza estratégica con la plataforma logística Plaza, en Aragón. Nuestro puerto es el puerto de Aragón y hasta de La Rioja, el del corredor del Ebro.

P. ¿Cómo ve el potencial económico de la zona?

R. Juegan dos factores esenciales: la industria química y el turismo. Ambos sectores son absolutamente compatibles, en contra de algunas peleas, suicidas a mi entender, que generó el Gobierno anterior respecto a cuál de estos sectores es más importante. Pero estas comarcas, por el peso que tienen, no disponen todavía del nivel de infraestructuras que necesitan.

P. El año pasado fue malo.

R. En 2003 hemos tenido una reducción del 40% de beneficios. Hemos pasado de unos seis millones y pico de euros a dos millones y pico. Con un gasto mucho más elevado, acompañado de un descenso de tránsito.

P. ¿Por qué?

R. La reducción de tránsito se debe a la desaparición de las importaciones de grano de Ucrania y hemos perdido una línea de contenedores que se ha quedado Barcelona. Y se han incrementado mucho los gastos de funcionamiento y de relaciones exteriores.

P. En el proyecto de reforma marítima de Tarragona, ¿qué papel desempeña el puerto?

R. El puerto no debe entrar en el diseño urbanístico que el Ayuntamiento haga de su fachada marítima. Estamos de acuerdo en la necesidad de soterrar el tren, pero somos un puerto, y una parte de la mercancía sale en ferrocarril. Pedimos que tanto durante las obras como una vez esté resuelta la fachada marítima, quede garantizado nuestro tráfico de mercancías.

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