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Piqué advierte contra posibles disidencias internas en el PP catalán

Curto califica de "ignominia" las medidas contra Montserrat

Josep Piqué lanzó ayer una seria advertencia contra posibles disidencias en el Partido Popular (PP) catalán al proclamar que no permitirá "divisiones internas, conflictos o facciones". De lo contrario, todo el que ose mantener un "pulso" con la dirección puede correr la misma suerte que la presidenta del PP de Barcelona, Dolors Montserrat, que el jueves fue destituida de sus cargos institucionales en el Parlament.

Un día después de que Piqué adoptara estas medidas disciplinarias, aceptó reunirse con Montserrat. En la mañana de ayer ambos mantuvieron una corta entrevista "muy positiva y constructiva", según la todavía presidenta provincial, que acató sin reservas la decisión de su jefe de filas. Además quitó hierro a sus declaraciones en las que puso en duda el liderazgo de Piqué después de que el sector oficial perdiera el proceso de designación de compromisarios para el congreso nacional de octubre.

De momento Dolors Montserrat seguirá al frente de la formación en Barcelona pero si no "acata las directrices" de la dirección catalana no se descarta que el PP nombre una gestora a partir de septiembre o, por el contrario, recupere sus portavocías parlamentarias si "se dan las condiciones necesarias" y si se "está a la altura con honestidad y lealtad", señaló Piqué.

Tras esta reunión, el presidente del PP de Cataluña dio por zanjada la crisis en Barcelona aunque no se abstuvo de advertir de que en el partido ya no existen ni "fernandismos, ni vidal-quadrismos ni piquetismos", en referencia a Alberto Fernández Díaz y Alejo Vidal Quadras, antecesores suyos al frente de la formación política. "Si alguien intenta reintroducir la dinámica de divisiones internas topará conmigo", afirmó en lo que supone un claro aviso para navegantes. "Éste es un aviso ante el hecho de que, no sé si de una manera voluntaria o no, se ha contribuido a partir de unas circunstancias muy concretas a dar la impresión de que se hacía un pulso en el interior del partido entre facciones", agregó el ex ministro.

Acto seguido, Josep Piqué hizo un llamamiento a que "todo el mundo cumpla con sus obligaciones y se olvide de las batallas por las parcelas de poder", obviando que parte de sus candidatos como compromisarios al congreso han sido derrotados por el sector de Dolors Montserrat. Tres diputados en el Parlament, Daniel Sirera, Eva García y Maria Àngels Olano, salieron derrotados u optaron por no presentarse ante el embate de los candidatos del sector crítico.

Aun con estos resultados, Piqué hizo una lectura particular sobre este asunto y afirmó: "No ha habido ningún elemento para las interpretaciones interesadas, o no, que se han transmitido a los medios de comunicación. Dolors Montserrat, por su parte, negó que hubiera querido mantener un "pulso" con la actual dirección, pidió disculpas por "algún desliz" y expresó su "lealtad" al proyecto del PP catalán y a la "renovación" impulsada por el secretario general, Mariano Rajoy. Sin embargo, señaló que pedirá amparo al presidente del Parlament si Piqué no le deja desarrollar sus actividades parlamentarias.

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Acción infame

Las palabras de Dolors Montserrat en el sentido de que nadie cuestiona en el PP el liderazgo de Piqué costrastaron con las del ex dirigente Josep Curto, quien aseguró que los afiliados "no quieren" al ex ministro. Curto, apartado de cualquier responsabilidad en el partido, calificó de "acción lamentable, infame e ignominia" las medidas disciplinarias contra la presidenta provincial de Barcelona y aseguró que con estas iniciativas Josep Piqué ha originado "sin darse cuenta, la crisis interna más grave que nunca ha vivido este partido desde su existencia".

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