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La alcaldesa de Badalona acepta la dimisión de su jefe de gabinete por un presunto caso de influencias

La alcaldesa de Badalona, la socialista Maite Arqué, tuvo que rendirse ayer a las evidencias y aceptar la dimisión de su jefe de gabinete, Ángel Puyol, implicado en un caso de tráfico de influencias. Puyol facilitó la compra de dos pisos dúplex a su hija y a una hemana de su actual secretaria cuando presidía, en 1996, la empresa municipal Engestur, encargada de las obras.

Las dos viviendas formaban parte de un conjunto de cinco que promovió el Ayuntamiento en el barrio badalonés de Bonavista y, al parecer, se vendieron a precio de mercado a pesar de que los terrenos donde se ubicaban fueron expropiados para contruir vivienda pública.

Aunque en un primer momento la alcaldesa prefirió dejar "encima de la mesa" la renuncia al cargo que presentó Ángel Puyol, finalmente acabó por aceptarla este fin de semana. Según comentaron fuentes del consistorio, este cambio en la decisión de Arqué se debe a "la reiteración del propio interesado para evitar que la imagen institucional de la alcaldía pudiese quedar lesionada".

Ayer se reunió por primera vez la comisión creada por el Ayuntamiento para investigar la posible implicación de Puyol en este caso. La comisión, compuesta por un representante de cada grupo municipal, estuvo reunida durante tres horas sin que trascendieran los debates. CiU y PP, partidos que se encuentran en la oposición en Badalona, censuraron la actitud de la alcaldesa.

Reacción de la oposición

El presidente del grupo municipal del Partido Popular, Xavier García Albiol, acusó a Maite Arqué de actuar de manera incoherente, así como de haber cesado a su jefe de gabinete "por las presiones del Partit dels Socialistes". Por ello, García Albiol denunció que "una persona que no puede aguantar las presiones de su partido no puede estar al frente de una ciudad".

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Similares críticas le lanzó el presidente del grupo de Convergència i Unió, Ferran Falcó, quien dijo que la dimisión "debería haber sido aceptada hace una semana". Falcó añadió que lo sucedido "pone de manifiesto que el PSC vive inmerso en una batalla de intereses políticos contrapuestos que poco tienen que ver con los intereses de la ciudad". Para Falcó, tras la dimisión de Puyol ya han quedado depuradas las responsabilidades políticas. Los dos grupos de la oposición se comprometieron ayer a "ir hasta el fondo de la investigación".

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