La cantante
La brasileña Daniela Mercury inauguró los Conciertos del Conde Duque con una actuación diferente a las que solía ofrecer. Durante buena parte de sus dos horas largas de actuación no fue la reina del carnaval de Bahía la que compareció en la noche veraniega, sino la cantante que aspira a ser reconocida como notable intérprete.
Cuando enlazó Upa neguinho, Ladeira da preguiça y Amor até o fim, la sombra de Elis Regina anduvo planeando. Por las canciones escogidas y la garra. Confesó estar preparando un espectáculo únicamente con canciones del repertorio de la inolvidable Elis. Un reto suficientemente arriesgado -no se canta a una estrella sin incurrir en la posible ira de los dioses y el desprecio de los mortales- para estimular a esta guerrera del canto.
Daniela Mercury
Patio Central del Conde Duque. Madrid, 2 de julio.
Hizo también una versión de Baby, de Caetano Veloso, y se permitió la Tonga da Mironga do Kabuleté, supuesto insulto en nagô que Vinicius de Moraes escribió con Toquinho. Aunque la fuerza festiva prevalece por ahora: con Rapunzel o Maiembê dandá, otra composición de Carlinhos Brown, de estribillo contagioso - "zum zum zum zum zumbaba..."-, con la que arrastró al público casi como en el carnaval bahiano.
