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Cajas de ahorro: ¿continuidad o cambio?

Las próximas asambleas de las cajas de ahorros en España van a estar dominadas por dos temas coincidentes: la presentación de las cuentas del ejercicio 2003 y la adaptación de los estatutos de las mismas a los nuevos requerimientos legales. Esta coincidencia se está haciendo casi ordinaria ante la gran cantidad de cambios que, a escala legal, se están imponiendo a las cajas de ahorro. Si el año pasado el tema preferente fue el de la adaptación a la representación de los consejeros (ampliando los períodos durante los que la ejercen, entre otras modificaciones), en la actualidad se van a cambiar también la representación de éstos en los territorios nuevos y, especialmente se van a introducir cambios sobre nuevas comisiones, las condiciones de emisión de las cuotas participativas y la obligatoriedad de presentar los nuevos informes de gobierno corporativo.

La introducción de nuevos cambios: Las Comisiones de Auditoría, Inversiones y Retribuciones. La nueva ley ha querido que estas importantes funciones dentro de las cajas cuenten con una mayor participación de los consejos de administración. En los momentos actuales, la mayor parte de estas funciones están delegadas en los directores generales que son los encargados de la gestión ordinaria de estas instituciones. La alta especialización que tienen estas entidades en la actualidad ha hecho que, a pesar de la información que se suele suministrar a los consejeros, estas funciones se hayan ido separando de la labor que debe llevar a cabo el consejo de administración. Con estos instrumentos, si de verdad se van a hacer operativos y se mantienen los equilibrios de los miembros de los consejos de administración, se debe conseguir una ampliación de la responsabilidad de los consejeros, aunque no por ello las funciones de los equipos directivos quedarían mermadas.

El informe de buen Gobierno y la información societaria. Al igual que las sociedades anónimas cotizadas, con este mecanismo se pretende ampliar la información a suministrar a toda la sociedad por parte de estas entidades para mejorar la transparencia que las mismas deben de aportar. Aunque aún no esté completamente perfilada la información que se deberá hacer pública y los canales de su publicación ya que el primer ejercicio para su realización sea el próximo año, es obvio que su introducción va a exigir que estas entidades hagan un esfuerzo continuo en la mejora de la información para clientes, impositores, inversores y toda la sociedad.

Los nuevos instrumentos de financiación: Las cuotas participativas. Son, posiblemente los instrumentos que mayor polémica han generado en el ámbito político. La posibilidad de que sean utilizadas para una posible privatización de las cajas (con razón o sin ella) junto a la discusión sobre su conveniencia desde el punto de vista operativo, han situado a las mismas en el cajón de los buenos propósitos. En los momentos actuales no existen muchas iniciativas en este campo y, ante los cambios de Gobierno Central, no parece que las mismas vayan a contar con muchos apoyos en los próximos meses si no cambia su estructura.

Los nuevos retos: Normas contables y garantías de gestión de los créditos (Basilea II). No son sólo los cambios específicos los que están en la agenda de las cajas. La introducción de las nuevas normas contables con el fin de evitar las distorsiones en la información societaria que ha provocado en los últimos tiempos escándalos como el de Enron y las nuevas disposiciones sobre las atribuciones de riesgos (de crédito, de mercado y operacional, sujetos a requisitos mínimos de capital y de interés, sujeto a vigilancia del supervisor), van a plantear nuevos retos a estas entidades. El comportamiento de los grupos de empresas, la consolidación contable y el tratamiento fiscal o la estrategia diferenciada de cada entidad, introducen nuevos elementos que deberán resolverse en un espacio de mayor competencia.

Preparados para más cambios: Cambio de Gobierno y Cajas de Ahorro. Si durante los últimos años hemos sido testigos de numerosos cambios legales que han afectado a las Cajas de Ahorro, es evidente que el último cambio de gobierno puede afectar de nuevo al tratamiento de las mismas. Cierto que ésta no es una tarea urgente, salvo en algunas cuestiones altamente arbitrarias de las anteriores leyes (como el tratamiento a las cajas dependientes de la Iglesia), pero no cabe duda que estos cambios se producirán en ámbitos como el de las cuotas participativas que había sido uno de los campos de mayor litigio.

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Cajas de Ahorro: ¿Algo más que instituciones financieras? Estos nuevos cambios no deben hacernos olvidar lo principal. Las cajas de ahorro representan en la actualidad la mitad del sistema financiero español y su actuación en el proceso de consolidación de la inversión industrial y empresarial, de la financiación de la vivienda o hipotecaria y de la actividad de apoyo a los colectivos sociales a través de la obra social, debe continuar siendo la clave que justifique el tratamiento diferenciado que, a pesar de estos cambios deben continuar desempeñando. Utilizar a las mismas con otro tipo de fines, como algunos pretenden, seguirá siendo igualmente rechazable.

Martín Sevilla y Julián López pertenecen a la Universidad de Alicante.

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