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LA PIZARRA | Eurocopa 2004 | Nuevo fracaso de la selección española
Columna
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La diferencia estuvo en las bandas

- El peligro de Cristiano Ronaldo. Nada más comenzar el partido se conoció el primer gol de Rusia y dio la impresión de que eso calmó un poco los ánimos de los dos equipos. España salió segura en los primeros minutos, pero Portugal empezó a tocar más, controló el juego y Figo y Cristiano Ronaldo superaron a sus pares por las bandas. En esta fase, los portugueses dominaron y se impusieron en el medio del campo. Particularmente, Cristiano Ronaldo llevó mucho peligro. Encaró casi siempre, desbordó con acierto y de él partieron las situaciones más comprometidas.

- Rusia da confianza. Por momentos, España se fue asentando y jugando mejor. Tocó y empezó a llegar. Entraron en juego Joaquín y Vicente, algo desaparecidos hasta entonces, y se produjeron los primeros desbordes por las bandas. Me da la impresión de que los jugadores españoles sabían que Rusia ya ganaba por 2-0 a Grecia y que esa noticia contribuyó a que adquiriesen confianza en su juego. El partido se mantuvo en esa línea, bastante igualado, hasta los minutos finales de la primera parte, cuando Portugal tuvo una buena ocasión en un cabezazo de Ronaldo tras una salida en falso de Casillas.

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El fracaso de la timidez

- No se enlazó con Fernando Torres. En líneas generales, España controló bien la primera parte. Basó su juego en ceder algo de terreno a Portugal, pero se encontró segura salvo esporádicas ocasiones. La diferencia entre los dos equipos, particularmente en su capacidad de generar situaciones de peligro para el rival, residió en el juego de banda. España tampoco logró enlazar con Torres. Raúl estuvo bien, pero le faltó ese último pase que pudiese aprovechar la velocidad del delantero del Atlético.

- Maniche no acompañó. Deco actuó como se preveía, con una gran movilidad hacia las dos bandas y hacia atrás para buscar la pelota en el medio del campo. Pero, a diferencia de otras ocasiones, Maniche se contuvo en posiciones más retrasadas y durante la primera parte nunca se agregó arriba para aprovechar en los metros finales los huecos abiertos por Deco. El peligro de Portugal no vino por el centro hasta la fase final del partido. Entonces, con el juego mucho más abierto, Maniche, sí apareció y estuvo a punto de marcar.

- Ida y vuelta. España empezó la segunda parte jugando con más seguridad que hasta entonces, pero llegó el gol de Nuno Gomes y cambió la situación. La defensa española dejó darse la vuelta al delantero del Benfica y éste sorprendió con un tiro seco. A partir de ese momento, España se fue al ataque decididamente y tuvo ocasiones, como los tiros al palo de Torres y Juanito. Iñaki Sáez hizo cambios, Luque entró por Joaquín, aparentemente lesionado, y el partido se volvió muy abierto, con oportunidades en las dos porterías y un ida y vuelta constante. Portugal también tuvo dos ocasiones claras con Costinha y Maniche.

- La presión y la imprecisión. A España le pesó en el tramo final la necesidad del gol y el equipo notó una sobrepresión, que se notó en ciertas imprecisiones en pases y controles. El partido entró en una fase muy emocionante, y a España le faltó la intensidad de los últimos minutos. A pesar de la decepción, puede decirse que España hizo un buen partido y fue capaz de generar ocasiones, aunque no lograse materializarlas. La falta de acierto en el remate ha sido una de las razones de la eliminación de España, que regresa casa con sólo dos goles marcados en tres partidos.

Joaquín intenta escaparse del acoso de Nuno Valente.
Joaquín intenta escaparse del acoso de Nuno Valente.ULY MARTÍN

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