Un largo adiós a sus marineros
Vigo
El campo de fútbol de Santa Marina, en el municipio de Redondela (Pontevedra), servirá hoy para el funeral por las víctimas del O Bahía, que se espera multitudinario. Oficiado por el obispo de la diócesis de Tui-Vigo, José Diéguez Reboredo, está previsto que asistan las primeras autoridades de Galicia, encabezadas por los presidentes de la Xunta y del Parlamento autonómico, y del Estado, como la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, y la ministra de Agricultura y Pesca, Elena Espinosa, que se está tomando un interés personal en la asistencia del Estado a los familiares. También asistirán unos 300 marineros que faenan en la costera de la anchoa y que ayer, tras desembarcar en Pasaia (Guipúzcoa), viajaron en autobús hacia Redondela.
En el luto de toda Galicia hay una importante cuenta pendiente: los cuerpos de los marineros aún sin rescatar. Elena Espinosa, que ayer acudió al Tanatorio donde permanecen los féretros de cuatro de los siete vecinos fallecidos, prometió la mayor celeridad para saldar esa cuenta, como un penúltimo consuelo para los familiares. El epicentro de la tragedia se trasladó ayer a este Tanatorio. Hay mucha demanda de flores y dolor por las víctimas y las floristerías abrieron antes de lo habitual, "como en Día de Santos".
En distintas salas reposaban los féretros del patrón, Hermindo Castro Veira, y de tres de sus hombres, Jaime Miguélez Díaz, Antonio Sánchez Cobián y Enrique Díaz Vázquez (el quinto cadáver rescatado, Manuel Refojo Sousa, fue trasladado a Nigrán).
El día transcurrió con un goteo constante de visitas de familiares y amigos, de tal forma que siempre había alguien allí. Por momentos, se pasaba de un clima de serenidad a explosiones de lágrimas, el rastro más común en los rostros. El equipo de psicólogos lo definió como "un claro estado de ansiedad colectivo".
