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El Gobierno ejecuta en dos años el 14% de sus promesas para mejorar el medio ambiente

El Ejecutivo destina a diez proyectos los 232 millones que obtuvo por la venta de Naturcop

El Gobierno vasco reconoce los claroscuros de su nueva política medioambiental, puesta en marcha hace ahora dos años, debido sobre todo al excesivo consumo de recursos naturales y el uso del vehículo privado. De los 223 compromisos ambientales adquiridos hasta 2020, ha ejecutado 31 (el 14%), en su mayoría la puesta en marcha de planes o la elaboración de informes. Las actuaciones prácticas, como la reducción de residuos o de suelos contaminados, se deben concretar en los próximos años y de las 44 previstas hasta 2006, un 18% se ven ahora de "difícil consecución".

El desarrollo del llamado Programa Marco Ambiental, con vigencia hasta 2020, fue analizado ayer por el Consejo de Gobierno, que todos los años se reúne en la primera semana de junio en Gernika para conmemorar el Día Mundial del Medio Ambiente. Este plan aborda la calidad del agua, aire y suelo; la gestión de recursos naturales y la prevención de generación de residuos; protección de la naturaleza, ordenación territorial y transporte, y limitación de su influencia en el cambio climático.

El consejero de Medio Ambiente Sabin Intxaurraga se refirió a los avances logrados en los compromisos, pero admitió que están frenados por el excesivo consumo de recursos naturales y el uso del vehículo privado, un déficit que ya se destacó hace un año. "Si todos los habitantes del planeta siguieran las mismas pautas de consumo [que los vascos], harían falta 2,5 planetas. Y no los tenemos". Agregó que, pese a la mejora del transporte colectivo, no se vislumbra a corto plazo el retroceso del vehículo privado.

Se mostró autocrítico con la labor de la Administración al reclamar en una "mejor coordinación entre las instituciones públicas", y entre éstas y las empresas, para pasar "de las palabras a los hechos". Medio Ambiente considera que una de las claves es acometer "cambios drásticos en los modelos de producción y consumo". En lo positivo está la limitación en la ocupación del suelo no urbanizado y la mejora de la participación ciudadana en la toma de decisiones.

En cuanto a los compromisos del plan ambiental, la situación también es desigual. Para el pasado año, el documento aprobado planteaba un total de 39 compromisos programáticos (es decir, elaboración de planes o informes), de los que se ha ejecutado el 38%, se ha avanzado en el 18%, otro 26% está iniciado y un 18% ni siquiera ha comenzado. Entre los realizados, se encuentra la gestión de residuos generados por actividades sanitarias en todos los centros productores o la elaboración del catálogo de espacios naturales protegidos.

Hasta ahora se han cumplido un total de 31 promesas programáticas, como la comunicación a través de Internet de los datos de la red de vigilancia de la calidad del aire y la prohibición de nuevos aprovechamientos hidráulicos que no tengan en cuenta el caudal ecológico. Entre los pendientes, que deben concluirse para 2006, se encuentra la colocación de paneles informativos de la calidad del aire en todas las poblaciones de más de 20.000 habitantes.

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El plan ambiental, cuya primera fase concluirá en 2006, prevé reducir para ese año los residuos urbanos destinados a vertedero hasta un 75% del total y la estabilización en menos de 300.000 toneladas anuales de la generación de residuos peligrosos. La reflexión sobre el plan destaca la mejoría en la calidad de las aguas de los ríos, el reciclaje de residuos domésticos y la implicación empresarial en reducir desechos.

La partida de Naturcop

Por otro lado, el Consejo de Gobierno aprobó el plan especial de inversiones hasta 2007, que se financiará con los 232,5 millones que el Ejecutivo ingresó por la privatización de Naturcop el pasado año. La vicelehendakari Idoia Zenarruzabeitia reveló las diez iniciativas que absorberán esta partida, entre las que se encuentran las nuevas oficinas del Gobierno vasco en Bilbao, la construcción del conservatorio de música en la capital vizcaína, la adquisición de suelo para viviendas protegidas o la rehabilitación del Palacio de Justicia de San Sebastián.

La vicelehendakari pidió, a preguntas de los periodistas, que se "despeje cuanto antes el horizonte" de futuro de los astilleros Izar en Sestao y adelantó que el Gobierno vasco no colaborará en su cierre "ni más pronto ni más tarde". A su juicio, es fundamental que se aclaren los planes del Ejecutivo central para la antigua Naval y se mostró dispuesta a colaborar en la puesta en marcha de un plan de viabilidad.

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