Sáez renueva hasta 2006

El seleccionador español Iñaki Sáez aceptó la oferta de renovación de su contrato hasta el Mundial de Alemania del verano de 2006. La noticia no fue anunciada por una persona en concreto. Se publicó ayer, sin más ceremonia que un breve comunicado en la página de Internet de la Federación Española de Fútbol, www.rfef.es. En el portal oficial se precisó que Sáez dio su visto bueno "el viernes por la noche" a una oferta que el presidente de la federación, ángel María Villar, le había hecho "en su día". La información también especificó que el acuerdo fue ratificado el mismo viernes por "la Junta Directiva de la RFEF", que se reunió en la sede de Las Rozas.

La renovación de Sáez (Bilbao, 1943) se anunció cuando el proceso electoral en la federación es inminente. El viernes, la Junta no sólo ratificó al seleccionador; además pidió la reelección de Villar como presidente. Por lo demás, la decisión satisface con creces las expectativas del entrenador, que apenas asumió en su nuevo cargo, tras el Mundial de 2002, dijo: "Espero que mi interinidad dure al menos hasta la Eurocopa de Portugal".

Hombre de perfil bajo, remiso a usar teléfono móvil, afectuoso y sin dobleces, Sáez es enemigo de los artificios y poses que han elevado a muchos entrenadores a la categoría de personajes mitológicos. El técnico vizcaíno es un hombre sencillo que no alardea de autoridad ante los jugadores. Así era cuando ganó el Mundial Sub-20 de Nigeria y la plata en los Juegos de Sidney, en 2000, y con el mismo talante se hizo cargo de la selección sucediendo a José Antonio Camacho. En vísperas de viajar a Portugal para disputar la Eurocopa -España juega su primer partido el día 12, frente a Rusia en Faro-, Sáez no ha cambiado.

El técnico mantuvo la calma incluso en los peores momentos, cuando España perdió ante Grecia, empató con Irlanda del Norte, y debió jugar la repesca contra Noruega. El clima de pesimismo y desconfianza que se generó en la prensa le afectó de lleno pero supo salir del atolladero con naturalidad. Después de la abultada derrota de Noruega (5-1), el 19 de noviembre de 2003, donde España desplegó un juego autoritario, el técnico confesó que se había sentido liberado: "Tenía que demostrar a la gente que era un entrenador capaz. Me he sentido examinado constantemente, sobre todo tras la derrota con Grecia. No ha importado que la selección haya ganado cinco partidos desde aquella derrota".

Hasta la clasificación para la Eurocopa Sáez no contó con un gran respaldo. Pero tenía una ventaja: conocía perfectamente a muchos de los jugadores gracias a su experiencia previa en las selecciones juveniles y en los Juegos Olímpicos. Sáez había convivido con Albelda, Puyol, Torres, Luque, Xavi, Gabri, Aranzubia, Casillas, Bravo y Marchena desde hacía años. De ellos supo sacar un buen rendimiento y los acopló con ritmo en el tránsito de las selecciones inferiores a la absoluta. De los demás, también. Raúl, Valerón y Xabi Alonso, por ejemplo, tuvieron gran parte de la responsabilidad en la clasificación contra Noruega. Y Raúl, cuya temporada en el Madrid ha sido mediocre, ha brillado en la selección: seis goles en los últimos seis partidos.