Distinciones para el estudio de Fernández Alba y la Casa do Brasil
El arquitecto Antonio Fernández Alba, pionero en el proceso de autonomía del pensamiento arquitectónico español, y el equipo formado por Alfonso d'Escragnolle y Fernando Moreno Barberá fueron homenajeados ayer en Madrid por la Fundación del Colegio de Arquitectos con la imposición de sendas placas de bronce en las fachadas de sus edificios de Hilarión Eslava, 49 y la Casa do Brasil, respectivamente. El homenaje se inserta dentro de un programa de señalizaciones y divulgación del patrimonio arquitectónico madrileño, promovido por la Fundación Caja Madrid y la institución colegial, para singularizar la excelencia de los edificios seleccionados.
Construido en 1958-59, con una fachada caracterizada por la diafanidad de concepto y la esencialidad tectónica, el edificio de Antonio Fernández Alba supuso un hito de modernidad en el Madrid de la época, con un sistema interior de abovedamiento que lo caracteriza. En su seno albergaron años después sus talleres los pintores Antonio Saura y Manuel Millares y hoy aloja el propio estudio de Fernández Alba, cuya obra se halla estrechamente vinculada a la arquitectura civil de la ciudad de Madrid -rescate y recuperación del Observatorio Astronómico del Retiro y remodelación de la plaza de Atocha- y de la provincia -Universidad de Alcalá de Henares- entre numerosas otras obras.
La Casa do Brasil, que se alza en la entrada a la Ciudad Universitaria, fue construida entre 1960-62; presenta un diseño modular y encarnó en su día una corriente de vanguardia basada en la escuela de los alarifes brasileños Niemeyer y Costa, con concesiones en fachada a la acústica y la iluminación. Recuerda a las residencias de Le Corbusier.
En fechas venideras recibirán placas 71 edificios más, entre ellos uno de Rafael Ruiz de la Prada, en la calle de Martínez Campos esquina a la de Zurbano, y otro de viviendas, obra de Ricardo Aroca, en Rafael Calvo, 9.
