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De la Torre rectifica a medias y sólo expulsa a la oposición de la empresa de aparcamientos

Los concejales socialistas acuden al pleno de Málaga con la boca tapada como protesta

Rectificar, sí; pero lo mínimo. El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, del PP, aplicó ayer el principio y rectificó a medias su intención de expulsar a la oposición de las empresas públicas. Solemne dijo que no había dicho lo que sí había dicho (que no tenía sentido que la oposición estuviese en las empresas municipales, que controlan el 35% del gasto). Solemne utilizó su mayoría absoluta para expulsar a la oposición de la empresa de aparcamientos porque en la última reunión faltaron los miembros de IU y PSOE. Éstos denunciaron, pese a llevar la boca tapada, que el alcalde es "la cara más rancia de la derecha".

Francisco de la Torre afirmó el 13 de mayo: "Si los ayuntamientos vamos a asemejarnos a las autonomías en nuestra organización interna, con un equipo de gobierno que realiza su trabajo y un parlamento que controla ese trabajo, la pregunta inmediata es: ¿en las empresas públicas de la Junta de Andalucía o de la Generalitat valenciana están presentes los representantes de la oposición? No. Está el equipo de gobierno. Pues algo parecido es lo que los ayuntamientos pueden hacer y deben hacer".

El alcalde se amparaba a la Ley de Modernización de Régimen Local, conocida como ley de grandes ciudades, que en ninguno de sus 21 folios limita la presencia de la oposición en las empresas públicas.

De la Torre se desdijo ayer, tras votar y aprobar su grupo la expulsión de la oposición de la empresa municipal de aparcamientos: "No hay ninguna voluntad de extender este acuerdo de hoy a otras empresas municipales. Ésa es la realidad. Hay otras empresas y si se diera un caso parecido al que se ha dado con la empresa de aparcamientos, lo pensaríamos". Ayer ya no recordó la ley de grandes ciudades.

Ausencia

Lo que ocurrió en la empresa mixta de aparcamientos, Smassa, fue que al último consejo de administración, celebrado el 4 de mayo, faltaron los dos consejeros socialistas y el único de IU, que delegó su voto en aquellos. La parte privada de la sociedad, con el 49% de las acciones, aprovechó la ausencia de los socialistas y aprobó que un aparcamiento público carezca de plazas de rotación y sea vendido íntegramente a residentes. De la Torre defendió la expulsión para salvaguardar "los intereses generales", ya que, dijo, "sólo nos han fallado una vez, pero estrepitosamente".

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Los concejales de PSOE permanecieron durante la sesión con la boca tapada con esparadrapo "como gesto de protesta ante la intransigencia del equipo de gobierno", según la portavoz socialista, Marisa Bustinduy. Los ediles del PP mostraron carteles con mensajes como "IU y PSOE, irresponsables en Smassa".

El portavoz de IU, Rafael Rodríguez, asegura que detrás de la bronca por la empresa de aparcamientos se esconde una maniobra del PP para mantener fuera del control de la oposición la gestión de la decena de empresas participadas por el ayuntamiento. Estas sociedades gestionan el 35% del presupuesto y son responsables de los mayores proyectos de la ciudad. El alcalde lo negó e insistió en que los concejales de la oposición podrán ir de oyentes a los consejos de administración.

"Yo no quiero ir de oyente, sino con todos los derechos para defender los intereses de los ciudadanos", señaló Rodríguez. Bustinduy también declinó la invitación a estar de oyente: "No vamos a jugar con ustedes en este teatro que quieren montar". Y añadió que "cuando se está en un consejo se tiene que estar con la plenitud de derechos que otorga la responsabilidad de ser consejero". Bustinduy elevó el tono y dijo que el de ayer era "un día negro en la democracia de la ciudad". Y se preguntó: "¿quién ejercerá ahora la fiscalización y el control del Ayuntamiento y de los organismos municipales?".

Los ediles Enrique Salvo y Francisco Trigueros, con la boca tapada, durante el pleno de ayer.
Los ediles Enrique Salvo y Francisco Trigueros, con la boca tapada, durante el pleno de ayer.JULIÁN ROJAS

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