La maestra gitana con la bandera gitana
Erika Adamova se ha dedicado desde muy joven a educar a niños gitanos con talento. A pesar de sus apenas 28 años de edad, esta romaní eslovaca, de apariencia frágil y dulce sonrisa, se ha entregado en cuerpo y alma a ayudar a su marginada etnia. Responsable de una escuela secundaria para artistas y músicos, que depende del Ayuntamiento de Kosice, capital de Eslovaquia oriental, Adamova estudió en Inglaterra y forma parte de la exigua minoría de gitanos que ha accedido a la Universidad.
Al tiempo que critica el abierto racismo de muchos eslovacos, Erika Adamova lamenta que los artistas gitanos sean unos desclasados y no apoyen las reivindicaciones de su etnia. "Nuestras figuras destacadas podrían jugar un gran papel, pero muchos ocultan que son gitanos", se queja.