"El cava es un pionero en el mercado mundial del vino"
José Luis Bonet (Barcelona, 1941) asumió en 1999 la presidencia de Freixenet, la marca de cava más significativa a escala mundial. Con ella aceptó un reto formidable: mantener la hegemonía cultivada durante 21 años por el prohombre de la casa, Josep Ferrer, y reforzar la expansión internacional.
Bonet es el presidente de Alimentaria, la segunda feria de alimentos y bebidas del mundo por superficie y expositores y, desde hace apenas un mes, preside Fira 2000, la empresa que gestiona las obras de ampliación del recinto ferial de Barcelona, que supone una inversión de 417 millones de euros.
Pregunta. Las exportaciones de vino aumentaron en 2003 hasta los 13 millones de hectolitros, récord histórico del sector, pero cifra todavía inferior a la de países como Francia o Italia. ¿Qué pasos debe dar España para ser líder mundial del sector vinícola?
"El cava ya ha jugado en el mercado internacional el papel de adelantado. Es un producto que ha destacado en los últimos 30 años"
Respuesta. España es el primer país en potencialidad vitivinícola, aunque por superficie plantada de vid es el número uno. Sin embargo, no es el primer productor mundial de vino, pese a que ha conseguido un vino de calidad gracias del desarrollo de una auténtica revolución técnica durante los últimos 25 años. Este país está en condiciones de ganar la batalla del vino en el mundo. La calidad de los vinos españoles nace de las ventajas que nos confiere la madre naturaleza y de haber sabido revolucionar la enología y ponerla en el primer nivel del mundo. Sin embargo, existen carencias en cuanto al esfuerzo comercial. Es la gran asignatura pendiente y donde España se la va a jugar en los próximos 10 años. Freixenet, por ejemplo, tiene sus propios anuncios de fin de año en Alemania y Estados Unidos. Y constituyen un instrumento efectivo de implantación en esos países.
P. Atendiendo a los datos de 2003, un porcentaje cada vez mayor de las exportaciones se apoya en los vinos a granel, en detrimento de los envasados.
R. En realidad el vino español envasado y de calidad va a más. Ésa es la tendencia. Pero 2003 fue un año en que las cosechas de Francia e Italia fueron más escasas de lo normal por la sequía y por ese motivo los productores acudieron al vino a granel español, que reúne las calidades básicas suficientes. Depender de las ventas a granel no es bueno para España, porque su verdadera obligación es vender sus propios vinos envasados como grandes marcas en el mundo.
P. El vino que Francia o Italia compran a granel en España, se envasa como si fuera vino originario de esos países. ¿Existe este tipo de fraude?
R. Eso no lo sabemos. No hay manera de averiguarlo. Lo que sí sabemos es que las exportaciones de vino a granel han aumentado y las de vino envasado no.
P. ¿Cuál es el papel del cava en la consolidación de España como potencia productora de vino?
R. El cava ya ha jugado en el mercado internacional el papel de adelantado. Es un producto que ha destacado en los últimos 30 años como un vino de calidad en el mundo, líder junto al champán francés. Freixenet registra entre el 75% y el 80% de las exportaciones de cava en el mundo. Y éste es el camino a seguir por el vino español.
P. ¿Por qué ha disminuido el beneficio neto de Freixenet en el último ejercicio (mayo 2002-abril 2003)?
R. El año 2003 ha sido bueno porque hemos seguido creciendo en España pero, sobre todo, en los mercados internacionales. Lo que no ha sido positivo es el comportamiento del euro, que se ha fortalecido excesivamente en relación con el dólar. Está claro que tal circunstancia ha determinado un deterioro de los márgenes de beneficio que perjudica nuestra cuenta de resultados. Mientras el tipo de cambio se mantenga, sufriremos.
P. ¿La rivalidad muy enconada entre Freixenet y Codorniú es compatible con la consolidación de la imagen del cava?
R. Debiéramos distinguir claramente entre los conceptos de rivalidad y guerra. La rivalidad, la competencia entre compañías, es buena porque te obliga a mejorar; lo dañino es la guerra.
