El poder místico

Hace muchos, muchos años, una diosa concibió el mundo y después se convirtió en árbol para poder contemplar su evolución y velar por su creación. Tiempo después, el malvado Señor Oscuro construyó una poderosa civilización utilizando el poder del maná y obligando al mundo a arrodillarse ante él.

Los más jóvenes del lugar no están dispuestos a someterse al poder del Señor Oscuro y lucharán contra el perverso caudillo con el fin de poder adorar la religión de Maná. Los personajes principales deben esconderse por el hecho de adorar a una diosa prohibida y son llamados herejes. Éste es el argumento de Sword of Mana, el juego de Square Enix es una nueva versión de Seiken Densetsu, nombre que recibió en Japón y que apareció en el mercado hace ya algún tiempo.

Este nuevo lanzamiento viene a completar una serie de videojuegos de amplísimo reconocimiento, dentro del género de rol de corte japonés. Gracias a Nintendo el programa ha sido traducido completamente al castellano y es una suerte porque una edición de esta categoría debe darse a conocer entre el público hispanoparlante de manera amplia.

Uno de los puntos fuertes de Sword of Mana es el apartado gráfico. En esta ocasión se exprimen al máximo las capacidades técnicas de la portátil de Nintendo. La utilización de sombras, efectos de luces, los movimientos del agua, así como la personalización de las caras de los personajes, hacen que se cree un entorno de gran calidad visual, nunca visto en Game Boy Advance SP.

El título permite escoger entre dos personajes, y dependiendo si escoge el chico o la chica la historia transcurrirá de una manera o de otra. De todas formas, los dos personajes se encontrarán y se ayudarán a lo largo de aventura. Un personaje complementa al otro, así pues las andanzas de cada protagonista relatan una parte de la historia.

Como en cualquier juego de rol, es muy importante que los personajes adquieran experiencia. Los puntos para poder obtener un protagonista fuerte y habilidoso se obtienen gracias a la lucha. En el caso de Sword of Mana los combates no son por turnos, se realizan en tiempo real, es decir, cuando se acerque un enemigo el jugador deberá apretar el botón de la consola que permita mover la espada para asestarle los golpes pertinentes que acaben con él. Las peleas de este título son del estilo de Diablo, abandonando el modo adoptado por otros programas para Game Boy como Golden Sun. La estrategia del jugador en estos casos debe tener como principal objetivo no perecer. Además de la espada se pueden utilizar elementos mágicos que le permitirán acabar con los enemigos.

Es interesante poseer un buen armamento. Para ello es posible templar y forjar las armas transformándolas en más fuertes y eficaces. El herrero hará este trabajo, antes se debe conseguir la materia prima dentro de los cofres que se esconden en los rincones de los distintos escenarios. También es imprescindible utilizar el poder de los espíritus, lumina, umbra, astro y salamandra son los cuatro tipos, cada uno de ellos posee poderes de apoyo y ataque muy útiles para los protagonistas.

El último aspecto destacable es la posibilidad de construir una casa propia. Se llama Casa Cacto y se obtiene plantando esencia de cacto en los tiestos repartidos por este mundo imaginario. Estas casas son muy útiles, en ella vive Cactolillo un personaje vegetal que anotará todas las aventuras del protagonista en una pequeña pizarra.

La posibilidad de conectar dos Game Boy Advance para jugar la aventura de Sword of Mana con un amigo es otro de los atractivos del título de Square Enix que convierte la aventura en algo más sencillo y llevadero gracias a la ayuda del compañero. Sin duda, un gran exponente del entretenimiento electrónico que pese a momentos de lentificación, debido a la acumulación en algunos momentos de personajes en pantalla, y una banda sonora un tanto repetitiva se ha convertido en uno de los juegos estrella presentados esta temporada en la consola portátil de Nintendo.