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Raúl Paz incorpora técnicas del 'hip-hop' a la música caribeña

El músico cubano afirma que su disco 'Mulata' es inclasificable

Diego A. Manrique

Aunque el boom de la música tradicional cubana ya es historia, ahora se empiezan a ver los resultados de otra invasión más discreta: los jóvenes creadores cubanos que abandonaron la isla en los noventa y se repartieron por todo el mundo. La carrera de Raúl Paz se desarrolla ahora en Francia, donde su disco Mulata (Naïve), en el que incorpora técnicas del hip-hop y música de baile, está siendo un éxito insospechado: "Lo que hago yo es inclasificable y lo mismo actúo con Carla Bruni que con Cesaria Evora".

Paz (Pinar del Río, 1969) salió de Cuba como actor: tras aparecer en la película Hello,

Hemingway, trabajó por Suramérica. Hasta que consiguió una beca a través de la Alianza Francesa. En París participó en la formación del grupo Orishas, ahora cabeza de fila del rap cubano, pero terminó optando por una carrera como solista a través del sello neoyorquino RMM: "Tuve la desdicha de editar Blanco y negro, mi segundo disco, cuando el promotor Ralph Mercado decidió cerrar la compañía". Siempre optimista, Paz volvió a Francia y conectó con productores cosmopolitas como Danya Vodovoz, de origen ruso, y Ferry Ultra, iraní: "Ellos dominan las programaciones y toda la tecnología digital. Juntos, decidimos reforzar la música cubana con los timbres contemporáneos. Da lo mismo que hablemos de Pablo Milanés o Beny Moré: los grandes artistas cubanos vienen de la confrontación con lo que se hace fuera. Mulata se grabó en La Habana como un disco convencional, hasta pensamos en lanzarlo en el futuro tal como quedó. Pero lo que le da personalidad son los añadidos hechos en París, con técnicas del hip-hop y música de baile".

Dice Paz que, por culpa del bache tecnológico, la música cubana ha perdido varios trenes. "Muchos queremos hacer pop, pop muy cubano, pero con sonido del presente, con los colores que te da la electrónica. En Cuba, al no haber una economía de mercado, eso es imposible. Para comprarte máquinas, la única vía sería tocar para turistas. Pero ese circuito está copado por las bandas de salsa o los grupos tradicionales. Los salseros, los que tocan timba, desarrollan una música tremendamente compleja, como si quisieran demostrar todo lo que saben de jazz. Es lo contrario del pop, que valora la canción".

Paz comparte misión con otros jóvenes creadores isleños como X Alfonso o Descemer Bueno. "Estamos en la tierra de nadie, enfrentándonos a muchos prejuicios", explica.

Raúl Paz.
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