"Se venden pocos discos de rock"
Antonio Bernardini (Madrid, 1972) es guitarrista de Sôber, cuarteto madrileño de metal que hoy presenta en Vitoria Reddo (Muxxic Records), su disco "más maduro". Su quinto trabajo, mezclado por Scott Humphrey (conocido por colaborar con grupos como Bon Jovi y Metallica), ha vendido en pocas semanas 45.000 ejemplares.
Pregunta. Tienen fama de ruidosos.
Respuesta. Sí, la verdad es que en directo somos un grupo muy guitarrero, muy contundente. En esta gira se ve a los Sôber de siempre, más cañeros que en estudio, y con la novedad de un teclado.
P. ¿Por qué han mezclado Reddo en Estados Unidos?
R. Porque para darle el toque final tienes que ponerte en manos de alguien que realmente controle el rock y tenga claro cómo tiene que sonar una guitarra. En España hay buenos productores y mezcladores, pero no especializados en rock, porque aquí no se vende tanto.
P. El tema La nube parece su denuncia particular del maltrato doméstico.
R. Sí, hemos dado una vuelta de tuerca a todos los problemas que hay en la sociedad. Vemos que el mundo de la música española, a nivel comercial, es muy frívolo. No hay una denuncia social importante, pero cada vez se escucha más rock. Grupos como nosotros, Mago de Oz o Dover han abierto ese mercado.
P. ¿Son, por tanto, buenos tiempos para un grupo de rock?
R. Buenos y malos. En el aspecto mediático y de público, hay demanda y la gente está más puesta; sabe lo que es el rock y no le asustan las guitarras, pero quizá se venden pocos discos.
P. Su metal suena moderno.
R. Sí, hemos aprendido a tocar la guitarra escuchando Iron Maiden, Led Zeppelin, Judas Priest. Pero vas creciendo y te acercas a otros tipos de música, como Depeche Mode o U2, lo que hace que el grupo suene más moderno.
