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Los médicos advierten de que seis millones de alérgicos se enfrentan a una primavera "intensa y complicada"

Los cerca de seis millones de españoles alérgicos al polen deben prepararse para pasar una primavera "intensa y complicada", según alertó la semana pasada la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC).

La zona del interior de la Península, y en especial sus ciudades, es la que más sentirá la afección, de acuerdo con las conclusiones de un estudio realizado en 1.300 pacientes de A Coruña, Barcelona, Bilbao, Burgos, Ciudad Real, Logroño, Madrid, Salamanca, Santander, Sevilla, Toledo, Vitoria y Zaragoza.

"La presencia de un clima continental con escasa pluviosidad y los elevados índices de contaminación por las partículas emitidas por los motores diesel son los dos factores determinantes para que la calidad de vida de los pacientes de esta zona sea inferior a la de los habitantes de la franja norte de España", afirmó el coordinador del Comité de Aerobiología de la SEAIC, Javier Subiza. Los especialistas destacaron el papel que cumple la contaminación atmosférica como uno de los principales responsables del incremento del número de alérgicos al polen.

La clase de polen que más afecta a los pacientes españoles son las gramíneas, el 87%, seguido por el polen de olivo, el 43%, quenopodiácea (un género de plantas herbáceas silvestres), el 27%, plátano de sombra, el 22%, cipreses, el 13%, y parietarias (de la familia de las ortigas), con el 11%.

En las ciudades del interior (Ciudad Real, Toledo y Madrid), más del 80% de los pacientes padece alergia a varios tipos de polen a la vez. En A Coruña, Bilbao, Santander y Vitoria el porcentaje de los afectados por combinaciones de partículas vegetales sólo alcanza el 45%.

Antonio Peláez, presidente de la SEAIC, añadió que el 40% de los alérgicos, si no se trata, es candidato a sufrir asma de forma crónica. Por eso los expertos advirtieron de que no basta con el uso de antihistamínicos (que reducen los efectos temporales de la alergia), sino que hay que combatirla más a fondo con tratamientos de inmunoterapia.

Los profesionales recomendaron la pronta consulta médica y mantener el tratamiento indicado por el especialista. "Una vez que aparece la alergia, se mantiene toda la vida. Lo que puede pasar es que los síntomas pueden cambiar de año a año", explicó Subiza.

Para los enfermos que no toleran las vacunas inyectadas, Tomás Chivato, miembro del Comité de Inmunoterapia de la SEAIC, adelantó que se estaban desarrollando vacunas sublinguales, aunque matizó que este tratamiento estaba todavía en fase de estudio.

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