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Maragall apuesta por que Alimentaria sea la primera feria mundial del sector

Fischler alaba la mejoría de la industria agroalimentaria española

"Alimentaria es la mejor ventana de España al mundo", afirmó ayer el comisario de Agricultura de la UE, Franz Fischler, en la jornada de inauguración de la feria. El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, apostó por convertir la ventana en escaparate y hacer de Alimentaria la feria más importante del sector. En la actualidad, sólo Anuga, en Colonia (Alemania), organiza un evento superior en cifras.

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La jornada inaugural de Alimentaria fue una fiel expresión de la paz institucional que reina en la entidad. La presencia de Maragall, flanqueado por el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Miguel Arias Cañete, y el alcalde de Barcelona y presidente del Consejo General de Fira de Barcelona, Joan Clos, expresa esta mejora de las relaciones institucionales entre los socios del consorcio. De hecho, ya desde septiembre de 2000, con la entrada de la Generalitat en la Fira de Barcelona como socio de pleno derecho -el Gobierno catalán controla el 33,3% del capital, en pie de igualdad con el Ayuntamiento (33,3%) y la Cámara de Comercio (33,3%)-, la tirantez de otro tiempo ha ido a menos, aunque a la última inauguración de Alimentaria, en 2002, el entonces presidente catalán, Jordi Pujol, no asistió. En etapas anteriores con gobiernos de CiU, fueron frecuentes los desacuerdos entre los ministros de turno y la Generalitat en cuanto a la presidencia protocolaria en la inauguración de salones.

El sector agroalimentario español cada vez se acerca más al alto valor añadido. Fischler, Maragall y Arias Cañete coincidieron en su evaluación. "Tenemos una industria agroalimentaria que genera 64.000 millones de euros al año, exporta 11.500 millones y da trabajo a 430.000 personas. La receta para mantener este gran nivel es mejorar la calidad de nuestros productos", aseguró el ministro.

Maragall reforzó el papel esencial de los alimentos y las bebidas en la economía catalana, y lo engarzó con el comercio y el turismo, "los otros dos sectores punteros".

Fischler, por su parte, se mostró especialmente cauto al abordar la posible financiación con fondos europeos de parte de las obras del trasvase del Ebro. "La decisión final depende de que el Gobierno español nos ofrezca un análisis esclarecedor del proyecto" [la Dirección General de Medio Ambiente de la UE advirtió la pasada semana del grave riesgo ambiental que implica la obra].

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