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'30 Minuts' reconstruye el horror del tren que llevó españoles a Mauthausen

24 de agosto de 1940. Un tren de mercancías parte de Angulema (Francia). Su destino, el campo de exterminio de Mauthausen (Austria). En su interior, 927 refugiados de la República española que quedaron atrapados en la Francia ocupada. 470 de sus pasajeros, los hombres, fueron encerrados en el campo de concentración. Sólo 73 de ellos saldrían con vida años más tarde. El Gobierno franquista se desentendió después de estos hombres que formaron parte del primer convoy de toda Europa occidental cargado con familias enteras de deportados y con destino a un campo de exterminio nazi.

30 minuts de TV-3 reconstruye este próximo domingo las vivencias de estas 927 víctimas del fascismo gracias a los testimonios de sus pocos supervivientes. El documental El comboi dels 927 continúa el trabajo realizado por Montse Armengou y Ricard Belis en los últimos años en la televisión pública catalana para mostrar el testimonio de las víctimas del franquismo, que permanece oculto a pesar de la recuperación de la democracia. "Los periodistas volvemos a hacer, de algún modo, de bomberos de la historia y sacamos a la luz asuntos que permanecen en el olvido", señaló ayer Armengou en la presentación de este trabajo. Ella también es la responsable, con la realización de Belis, de Els nens perduts del franquisme y Les fosses del silenci, emitidos también dentro de este espacio de TV-3. "No somos historiadores, ni hemos descubierto nada que no estuviera documentado. Lo que hemos provocado es que emerjan determinados asuntos que permanecen en el silencio", añadió la periodista.

El comboi dels 927, rodado en Francia, Austria y España, tiene como base el testimonio de una treintena de supervivientes de este tren, junto a la documentación guardada en una veintena de archivos europeos y norteamericanos. Armengou explicó que los únicos documentos que no se les permitió consultar son los que guarda la Fundación Serrano Súñer. Precisamente el documental señala al cuñado de Franco y ministro de Asuntos Exteriores en los primeros años de la dictadura como responsable de la suerte de estos hombres marcados en Mauthausen con el triángulo azul de apátridas. Aparece reflejada la correspondencia que el Estado alemán

mantenía con el español, en la que se le pedía instrucciones sobre el futuro de los republicanos encerrados en Mauthausen. "Archivar", fue toda la respuesta del Ministerio de Asuntos Exteriores.

"Al llegar a Mauthausen, Frank Ziereis, el director del campo, nos dijo a todos los que estábamos allí que no saldríamos por la puerta, que saldríamos por la chimenea del crematorio", declara en el documental Félix Quesada, uno de los supervivientes. Mientras que las mujeres y niños más pequeños fueron repatriados a España en el mismo tren, los hombres fueron los primeros prisioneros de este campo. El trabajo que se les asignó fue extraer piedras de la cantera para terminar la construcción del campo de exterminio nazi.

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