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Bancaja compite consigo misma a través de una gestora de patrimonios del Banco de Valencia

La caja pagó 31,26 millones por Arcalia y el banco tiene intención de comprar Nordkapp

La junta general del Banco de Valencia se celebra hoy en un ambiente de cierta paradoja. La gestora de patrimonios financieros Nordkapp, auspiciada por la entidad bancaria, que posee un 15% de la firma y una opción de compra, compite por los clientes en el mismo mercado que Arcalia, que Bancaja adquirió el año pasado por 31,26 millones. El Banco de Valencia forma parte del Grupo Bancaja, que mantiene la intención de contar con las dos sociedades.

La política desarrollada por Bancaja en los últimos tiempos suscita interrogantes. Uno de ellos es la compra de la sociedad Arcalia a inicios del año pasado, en una apuesta del entonces presidente de la caja, Julio de Miguel, por reforzar la presencia de la entidad en el servicio de gestión integral y personalizada de patrimonios y de acceso a los mercados financieros. Según fuentes del sector que ayer citaba el diario económico Expansión, el precio de esa compra (31,26 millones de euros por el 52% de las acciones) estuvo sobredimensionado, ya que otras firmas habían negociado un 30% más barata la operación. El Grupo Bancaja negó ayer este extremo y aseguró, en un comunicado, que otras operaciones realizadas en los seis meses anteriores y posteriores a la compra de Arcalia se hicieron a precios superiores y que la bondad de la adquisición viene avalada por el hecho de que un 25% de accionistas de Arcalia se negaron a vender, así como por la rentabilidad del 23% en su primer año de funcionamiento.

El otro punto de discusión en medios financieros es la participación de una entidad del grupo Bancaja, el Banco de Valencia, en una sociedad de las mismas características, Nordkapp, cuya actividad entra en competencia directa con la de Arcalia.

El Banco de Valencia, cuyo director general es Domingo Parra, posee el 15% de Nordkapp Inversiones Sociedad de Valores, una compañía que preside Enrique Lucas Romaní y de la que es secretario José María Mas Millet. Nordkapp se presentó como la primera firma de bolsa con sucursales en Madrid, Valencia y Londres. Su objetivo es captar cerca de 2.000 millones de euros en cinco años. Su oferta, de hecho, ha atraído a numerosos patrimonios, lo que tiene un doble efecto, ya que consolida su presencia en el sector y abona la posibilidad de hacer efectiva la opción de compra que el propio Banco de Valencia ha establecido con la sociedad.

Bancaja salió ayer al paso de las reticencias que despierta Nordkapp porque esa compañía capta clientes en el mismo mercado que Arcalia y porque, al final, será el Banco de Valencia, es decir, el propio grupo Bancaja, el que pague la compra de la sociedad. Bancaja aseguró que "la posible adquisición en su momento de la totalidad de la compañía" Nordkapp "tiene sentido desde la estrategia de crecimiento del grupo" y la calificó, en su comunicado, como "una vía adicional para poder lograr dicho crecimiento en un segmento de negocio en el que el Grupo Bancaja está muy bien". Con ello, trata de reforzar Bancaja, de sus tres áreas prioritarias de interés, banca, seguros y bolsa, su presencia en esta última, a través de la gestión de carteras.

El consejo de administración del Banco de Valencia, reunido ayer para preparar la junta general de hoy, fue informado de los extremos del asunto y "expresó su satisfacción".Tanto Arcalia como Nordkapp trabajan con sociedades de inversión mobiliaria de capital variable (SIMCAV), unas instituciones de inversión colectiva que tienen la forma de sociedades anónimas y que funcionan de forma parecida a los fondos de inversión mobiliaria debido a su carácter abierto (se puede aportar o retirar dinero comprando o vendiendo acciones a la propia sociedad), pero gozan de una fiscalidad muy ventajosa, ya que tales sociedades abonan sobre las ganancias sólo el 1% de impuestos, frente al 35% que rige en general.

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El privilegiado tratamiento fiscal y el hecho de que los accionistas no obtienen rendimientos sujetos a tributación hasta que no venden sus acciones o se deshacen de la propia SIMCAV, las convierten en unos instrumentos de inversión y ahorro muy atractivos. La fórmula fue implantada en los años ochenta, en los inicios de los gobiernos socialistas en España, como un mecanismo para evitar el fenómeno de la evasión de capitales al extranjero.

Sólo la agencia Arcalia gestiona cerca de medio centenar de SIMCAV. Por su parte, la agencia Nordkapp cuenta con una docena de sociedades de este tipo. La confianza personal resulta especialmente importante en la relación de los gestores con sus clientes a la hora de depositar sus fondos en una u otra cartera de gestión.

Entre las SIMCAV vinculadas a Arcalia está Tehys Inversiones, con sede en Castellón, en cuyo consejo de administración coinciden la familia del ministro de Justicia, José María Michavila, y un hermano de Carlos Fabra, presidente de la Diputación de Castellón. Se trata de familiares del padre del ministro, propietarios de la empresa del sector cerámico Torrecid, y de José Alberto Fabra Carreras, que figura como consejero de esa sociedad y está vinculado laboralmente a Arcalia. Tehys Inversiones fue constituida en enero de 2003 con un capital suscrito de 4,2 millones de euros.

La presencia de nombres que forman parte del personal del banco o de la agencia que gestiona las SIMCAV es bastante habitual en este tipo de fondos de inversión.

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