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Bruselas y Washington pactan que el sistema de satélites europeo Galileo rivalice con el GPS

El proyecto de la UE generará miles de millones anuales y 100.000 empleos cualificados

La Unión Europea y Estados Unidos eliminaron ayer las últimas diferencias que tenían sobre el futuro sistema europeo de navegación por satélite y abrieron la vía a la definitiva puesta en marcha en 2008 del avanzado sistema Galileo como rival del GPS americano. A falta de resolver algunos aspectos jurídicos, Washington y Bruselas esperan cerrar el acuerdo antes de la cumbre UE-EE UU del mes de junio. Galileo generará miles de millones de euros anuales y más de 100.000 empleos de alta cualificación.

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El sistema europeo Galileo, competencia directa del estadounidense GPS (Global Positioning System) será una constelación formada por 30 satélites de nueva generación (27 operativos y tres en reserva, seis más que el GPS) en tres órbitas circulares en torno a la Tierra, a 23.616 kilómetros, que lanzarán durante las 24 horas, con buen o mal tiempo, una señal de radio codificada constante que será recogida y analizada por los receptores en tierra. Así, el usuario conocerá en tiempo real su posición exacta en el planeta, expresada en latitud, longitud y altura con margen de error de un máximo de 5 metros. El acuerdo alcanzado ayer trata de que ambos sistemas sean compatibles.

"Esto [el acuerdo con EE UU] es un paso muy importante paso para el proyecto Galileo, al reconocer a ambas partes como socios por igual y crear las condiciones para un sistema europeo completamente independiente y compatible con el GPS", explicó Loyola de Palacio, comisaria de Transporte de la UE.

El proyecto europeo fue lanzado en marzo de 2002 y de inmediato suscitó los recelos de Estados Unidos, que gozaba de un régimen de casi monopolio con el GPS dado el limitado alcance del sistema de posicionamiento ruso, denominado GLONASS. La inicial desconfianza de Washington, que controla el GPS a través del Pentágono, aumentó ante el temor de que las señales electrónicas de la red de comunicación europea interfirieran con la suyas y se agravó con la entrada de China en el proyecto europeo.

Un largo proceso de tira y afloja negociador concluyó ayer en Bruselas con un "acuerdo en la mayor parte de los principios de cooperación GPS/ Galileo", según un comunicado de la Comisión. "Hay acuerdo en la totalidad de las cuestiones de sustancia", señaló un portavoz. El propósito de la Comisión es tener cerrado el asunto en cuestión de semanas, o meses, y desde luego, antes de la cumbre de junio entre europeos y americanos.

La comisaria De Palacio estaba exultante ante "un acuerdo que permitirá a todos los usuarios emplear ambos sistemas, el europeo y el americano, de un modo complementario con el mismo receptor".

En las negociaciones finales, la UE aceptó desplazar ligeramente la señal europea, que será esencialmente de uso civil, para que no entrara en potencial conflicto con la militar americana. La nueva señal tiene una calidad que no será la deseada por Bruselas, pero sigue siendo alta y hay acuerdo entre ambas partes para mejorarla en el futuro. Estados Unidos no vetará esa evolución. En el cruce de compromisos con que ayer concluyeron dos días de negociaciones, la UE se comprometió a dejar a China sin acceso a información considerada sensible.

Los consorcios que optan a la gestión de Galileo son Eutelsat (Eutelsat, Hispasat, Logica-CMG y AENA); Inavsat (Inmarsat Ventures, EADS Espacio y Tahles) y el que agrupa a las empresas Vinci Concessions, Alcatel y Finmeccanica.

Loyola de Palacio.
Loyola de Palacio.AP

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