"España es muy apetitosa para las firmas extranjeras"
Manuel Nó fue nombrado presidente de la consultora AT Kearney para España y Portugal en octubre del pasado año. Su trayectoria profesional ha ido unida a la búsqueda de soluciones a los problemas de las compañías. Inició su andadura como profesor en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), donde había obtenido un master en Gestión de Tecnologías. Este doctor ingeniero industrial ha sido socio de Arthur D. Little y de Mercer Management Consulting y ocupó la subdirección general de Servicios de Negocio (banca a distancia y medios de pago) en el Santander Central Hispano.
Pregunta. De sus experiencias profesionales, ¿ha sido más atractiva la docencia o la actividad empresarial?
Respuesta. Cuando era chico, me atraía la resolución de problemas más o menos complejos. Luego estudié en la Sloan School y descubrí que lo mismo sucedía en las empresas: se enfrentaban a problemas de gestión empresarial. Cuando las grandes compañías tenían problemas de I+D, nos contrataban a nosotros.
P. Y entre los problemas que afrontan hoy las empresas, ¿cuál sobresale por encima de los demás?
R. El principal interrogante al que deben dar respuestas las grandes firmas reside en qué van a hacer con el dinero que comienzan a generar, una vez que han resuelto sus problemas de balance.
P. ¿Cuál es su opinión en este terreno?
R. Las empresas han tendido a incrementar el pago a sus accionistas o a la emisión de acciones liberadas. Tras la recuperación de las bolsas, se están planteando qué pueden hacer. Las sociedades españolas sólo tienen dos opciones, o participar de las consolidaciones que se van a producir en España y Europa, o ser absorbidas por otras compañías extranjeras.
P. ¿Cómo ve Europa del Este para invertir?
R. Polonia es uno de los países más atractivos para comprar compañías para las 1.000 mayores empresas del mundo, según un estudio que hemos realizado de expectativas para 2004 y 2005. China, India, Brasil y México son otros mercados atractivos. El problema para algunas empresas es que España es un país muy atractivo para las firmas extranjeras, por lo que si no toman la iniciativa, serán absorbidas. Me refiero a compañías cuya actividad se desenvuelve en los sectores eléctrico, energético, de comunicaciones, distribución y consumo, que son los más atractivos para los extranjeros.
P. ¿Qué ofrecen las consultoras que no tengan las empresas en su planificación estratégica?
R. Los consultores tenemos una amplia metodología para ayudar a resolver los problemas que se plantean a las compañías. Es cierto que entre los ejecutivos españoles existen mentes privilegiadas y en las multinacionales instaladas aquí hay profesionales de un elevado nivel.
P. ¿Cómo ve el panorama después de que se obligara a separar el negocio de auditoría del de consultoría?
R. Existen en el mundo dos tipos de consultorías. Unas se inclinan más hacia la actividad auditora, con grandes proyectos en los que trabajan muchos profesionales, y otras empresas inclinan sus actividades hacia la orientación estratégica de sus clientes. La segregación de actividades que fuerza la ley no va a suponer un problema para consultoras estratégicas, como la nuestra, porque nunca hemos tenido intereses creados. Para el resto, existe un riesgo de desaparición.
P. ¿Cómo juzga el panorama actual?
R. Nuestro negocio, como todo servicio, ha atravesado un bache, porque está asociado a la actividad económica. Pero hay tres indicadores que predicen un repunte en nuestra actividad: la evolución en las actividades de head hunting, banca de inversión y consultoría de inversión. El negocio se encuentra en fase de crecimiento. Puede progresar el 10%.
P. ¿Cuál es su estrategia para AT Kearney, ahora que está al frente del negocio en la Península Ibérica?
R. Contamos con un equipo muy fuerte y muy sólido. El 40% de nuestra plantilla ha desarrollado su actividad en puestos de primera línea en la industria, todos han trabajado en el extranjero, con lo que tienen experiencia sobre las prácticas que se están implantando en otros mercados.
