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Carod desvincula su futuro del resultado de ERC en las elecciones legislativas

Enric Company

Josep Lluís Carod afirmó ayer que su futuro político, un interrogante que en estos momentos condiciona al Gobierno catalán, que ha dejado vacante el puesto de conseller en cap, "no tiene nada que ver" con el resultado que Esquerra Republicana (ERC) obtenga en las elecciones legislativas del 14 de marzo.

Al anunciar el 2 de febrero la dimisión como conseller en cap, Carod planteó su candidatura en las elecciones legislativas como un refrendo a su defensa del diálogo con ETA para conseguir el fin de la violencia. Carod ha dado por supuesto desde entonces que los electores le premiarán en las urnas y eso le permitirá retornar al Gobierno de la Generalitat.

Pero ayer separó ambas cuestiones. Después de asistir a la clausura de la Conferencia Municipal de su partido, celebrada en Cerdanyola del Vallès, Carod se negó a responder a las preguntas de los periodistas sobre su futuro político y dijo que éste no tiene nada que ver con las elecciones legislativas.

La de ayer fue la primera aparición pública de Carod después de los días de vacaciones que se tomó tras dimitir como conseller en cap. En el discurso ante los 250 cuadros municipales del partido que asistían al acto, Carod dijo que los días de descanso en Cerdeña le habían permitido reflexionar sobre la crisis política que ha protagonizado. "La distancia permite relativizar", dijo. La meditación y el balance realizados, explicó, han reafirmado "la bondad de las convicciones y el camino emprendido". A su balance personal agregó después que las 550 altas de afiliación registradas por Esquerra Republicana en las últimas semanas indican también que "la gente" se les "acerca" pese a los ataques de que ha sido objeto.

Los asistentes al acto recibieron a Carod con una ovación mucho más larga y sonora de lo que correspondía para una reunión de trabajo. Y a la salida, muchos de ellos se le acercaban para expresarle su apoyo personalmente y animarle a seguir.

El discurso de Carod estuvo dedicado en buena parte a enfatizar la oportunidad de que dispone en estos momentos el Gobierno catalán para superar el divorcio entre la Administración municipal y la autonómica. Los partidos de la izquierda criticaron siempre a los gobiernos de CiU por no potenciar el municipalismo y considerar que la única Administración realmente catalana era la Generalitat.

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También advirtió que el PP tiene la pretensión de fortalecer la Administración municipal mediante un vaciado de servicios de la Administración autonómica. Contra este empeño habrá que luchar, dijo, si el PP gana las elecciones legislativas y logra formar gobierno por tercera vez consecutiva.

Entre las reafirmaciones que Carod se trajo de Cerdeña, y de su enclave catalán, L'Alguer, se cuenta la idea de que "con ciertos modelos de Estado, Cataluña no tiene nada que hacer". Y en particular, reiteró: "No tenemos nada que hacer con la España que deja [el presidente del Gobierno central, José María] Aznar".

El secretario general de ERC criticó también al "nacionalismo bien entendido" de CiU que ha servido para apoyar a Aznar durante ocho años y a los socialistas catalanes, "que se diluyen en el PSOE" cuando cogen el puente aéreo para Madrid.

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