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Reportaje:

Ebro entra en la cerveza

El grupo ha constituido con Mahou la sociedad Maltacarrión

Ebro Puleva y Mahou operarán juntos en el sectro cervecero. El grupo azucarero y Mahou, a través de Intermalta, han constituido la sociedad Maltacarrión, para la producción de malta cervecera. Para el grupo Ebro Puleva esta inversión supone un paso más en su política de diversificación, aunque la cerveza no se considera un sector estratégico hoy ni en el futuro.

"Con motivo del cierre de la planta azucarera en Monzón de Campos en Palencia, asumimos un compromiso con la Junta de Castilla y León para mantener el empleo en la zona. Esta inversión es consecuencia de este acuerdo", señalan fuentes de Ebro Puleva.

La inversión prevista es de unos 30 millones y responde al compromiso con la Junta para mantener el empleo tras el cierre de la azucarera
Para Ebro Puleva la cerveza no es un sector estratégico y mantiene su objetivo de una gran inversión con una empresa líder en otro sector
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En la última década, el grupo azucarero, para reducir costes y ganar competitividad, ha procedido el cierre de 11 plantas azucareras en todas las zonas. En contra de lo sucedido en otros sectores, en estos casos, los cierres se han llevado a cabo sin conflictos laborales fruto de una política generosa de indemnizaciones o compensaciones, así como con la instalación en algunos casos de industrias alternativas que mantuvieran los puestos de trabajo. En esta línea, en el úlltimo año se produjeron los cierres de las fábricas de Benavente, en Zamora, y de Monzón de Campos, en Palencia. Ebro Puleva sacó adelante sus cierres pero, como medidas compensatorias, comprometió una inversión de 57 millones de euros para mejorar la competitividad del resto de las plantas en la comunidad autónoma. Igualmente se destinaron otros 27 millones de euros para transformar la planta de Benavente en un centro logístico, se prometió la construcción de una nueva alcoholera en Monzón de Campos y la construcción en esta misma localidad de una fábrica de malta con una inversión de unos 30 millones.

Para la construcción de la fábrica de malta, el grupo azucarero lechero ha suscrito un acuerdo con Intermalta, la firma líder en el sector donde tiene una participación el grupo Mahou San Miguel, junto a socios franceses.Ebro Azucarera participará en este proyecto con el 30% del accionariado. El coste del proyecto no está cerrado ni tampooco la inversión de cada una de las partes en cuanto se espera conocer la aportación definitiva de la Junta de Castilla y León como subvención a la nueva planta.

Para los responsables de Ebro Puleva, esta acción supone un nuevo negocio en las actividades del grupo. Sin embargo, no se debe entender como una nueva línea de diversificación estratégica en el mundo de la cerveza, lo que rompería con la política de concentración de negocios seguida por el grupo. En los últimos años, Ebro Puleva ha llevado a cabo una política de ventas de actividades que no coincidían con los ejes de sus negocios como son el arroz , la leche y el azúcar. En esta línea se desprendieron de negocios como Jesús Navarro en especias, Vasco de Gama en conservas y se reordenó el negocio chileno.

Junto a esta estrategia de venta de activos no fundamentales en la política del grupo, se produjo un fuerte proceso de ajuste de costes en el azúcar para ganar competitividad, proceso seguido con la división de lácteos.

Esta política de concentración de negocios, en el caso de la leche se ha traducido en al segregación del negocio en dos sociedades según marcas. Puleva Food para la marca Puleva y Lactimilk para las marcas El Castillo, Leyma, Nadó y Ram, con la venta frustrada a Celta de las instalaciones de Leyma. Igualmente destaca la recompra de Abbot para leches infantiles.

El proceso más importante de concentración y crecimiento del grupo se ha concretado en el sector del arroz, donde en los últimos 12 meses destacan las compras de las marcas a Kraft Foods en los mercados de Alemania, Dinamarca y Austria; la absorción de la empresa arrocera Stevens & Bortherton en el Reino Unido, la compra a la empresa húngara Riceland Mgyarország y, finalmente, la adquisición de las empresas arroceras danesas Danrice y Dampasta, líderes en sus respectivos mercados.

Inversiones bajo presión popular

Junto a la política de pivotar el grupo en tres negocios claves, azúcar, arroz y leche, la sociedad ha sufrido también en los últimos años las consecuencias derivadas de una empresa donde las dependencias políticas con la Administración popular, Economía o Junta de Castilla y León, se ha impuesto en ocasiones a los intereses puramente empresariales. Estas dependencias tienen un doble origen. Por un lado se halla José Manuel Fernández Norniella como presidente del grupo Ebro con Rodrigo Rato como padrino, lo que da a la sociedad un aire no positivo de sociedad pública. Por otro lado se hallan las cajas de ahorro de Castilla y León como accionistas a la fuerza bajo la presión de la Junta de esa comunidad que rechaza políticas de cierres en sus tierras. Un cambio en esos dos puntos, se considera que sería un impulso para el futuro del grupo.

En esta línea de dependencias y compromisos, además de la inversión para la planta de malta en Palencia, se halla la inversión de 90 millones de euros con Abengoa para la producción de biocombustibles en Salamanca para compensar el cierre de su planta azucarera. El grupo sigue esperando la oportunidad de una gran inversión y entrar con una firma líder en un nuevo sector.

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