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Maragall acatará el director general que elija el consejo de la radiotelevisión pública catalana

El ex ministro socialista Joan Majó se perfila como el candidato con más apoyos

Hoy será el día decisivo. El Consejo de Administración de la Corporación Catalana de Radio y Televisión (CCRTV) decidirá quién es su candidato preferido a director general: Jaume Ferrús, hombre fuerte de Mediapro, o Joan Majó, ex ministro de Industria y presidente de Tech Foundries. Tal vez ninguno de los dos, si no se aprecia un amplio consenso. El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, acatará el dictamen, según subrayó el portavoz del Gobierno, Joaquim Nadal. Ferrús y Majó comparecieron ayer ante el consejo, y todos quedaron "muy satisfechos".

Todos los consejeros consultados por este diario subrayaron el "gran nivel" mostrado por los dos candidatos. Pero nadie se mojó a la hora de avanzar un nombre, y ello a pesar de que durante dos horas y media cada uno de los futuribles pudo lucir sus conocimientos. Muchos apuestan por Majó. Por ejemplo, Iniciativa per Catalunya (ICV), la formación que vetó a Ferrús. Los populares tampoco ven con malos ojos que un ex ministro socialista de Industria se ponga al timón de la CCRTV. Y lo prefieren a Ferrús, que fue director de TV-3 durante algunos de los años de mayoría absoluta pujolista. Convergència i Unió se debate entre la abstención y el voto. Pero el desconcierto motivado por el hecho de que Pasqual Maragall pasara la patata caliente del nombramiento al consejo mantiene la incógnita. Esquerra Republicana podría poner incovenientes a cualquiera de los dos candidatos, uno por su pasado convergente y privatizador y el otro por su pasado y carnet socialista. En cualquier caso, el representante republicano parece probable que se ausente de la votación. ¿Y los socialistas? Pues a los representantes del PSC parece que les gusta el candidato que menos agrada al presidente de la Generalitat, es decir, Joan Majó. Esto dejaría una mayoría de seis votos a favor del ex ministro de Industria (PSC, ICV y PP) y las abstenciones de CiU y ERC.

¿Y Maragall en este caso se verá obligado a acatar la resolución? Pues por ley no, pero ayer el consejero portavoz de su Gobierno, Joaquim Nadal, entendió que sí. De otra manera resultaría muy difícilmente explicable la fuga hacia adelante emprendida por Maragall al poner en manos del consejo la elaboración de un dictamen no vinculante, pero, eso sí, que moralmente obliga.

Así que la primera tarea a la que hoy se enfrenta -en su aciaga jornada- el Consejo de Administración es fijar el significado de la expresión "amplio consenso". Una vez concluida la tarea hermenéutica, deberá proceder o no a la votación. Luego trasladará el dictamen a la presidencia de la Generalitat, donde los socios del tripartito tendrán que decidir si aceptan o rompen la baraja.

Entrevista con Puyal

Desde Esquerra Republicana se aseguraba ayer que era difícil aceptar las reglas de juego fijadas por la huida hacia adelante de Maragall. "Que no crea que esto es el Ayuntamiento de Barcelona; aquí no le valdrá esta actitud", subrayaban fuentes republicanas. Pero como Maragall ha arriesgado tanto, está por ver qué hay de amenaza y qué de farol en las advertencias de ERC, porque el método seguido por el presidente de la Generalitat tampoco ha gustado en el PSC, algunos de cuyos dirigentes siguen con ojos de incredulidad lo que sucede.

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Pero si la jugada sale bien, Maragall se habrá apuntado un tanto. Ayer, por ejemplo, mientras el consejo interrogaba al dúo Ferrús-Majó, el presidente catalán recibía al periodista Joaquim Maria Puyal, el hombre que más gusta a Esquerra Republicana para ocupar el cargo de director general, pero que, sin embargo, no fue citado a comparecer ante el Consejo de Administración, que apreció en los dos examinandos "una alta cualificación en sus respectivas trayectorias profesionales". Pero, eso sí, por lo menos uno suspenderá.

Maragall también se entrevistó en la tarde de ayer con el presidente del Partido Popular catalán, Josep Piqué. Aunque el dirigente popular rehusó hacer declaraciones al final de su entrevista, en un acto posterior con el ministro de Defensa, Federico Trillo, lamentó la "dura batalla" política en todo este proceso y el "reparto del poder".

La reunión entre Piqué y Maragall se inscribe en la ronda de contactos que el presidente catalán mantiene con los dos dirigentes de la oposición catalana. Hoy previsiblemente lo hará con el convergente Artur Mas, quien ayer ofreció a los socialistas un "acuerdo" para designar al director general de la CCRTV ante el "desbarajuste, las contradicciones y la lucha por el poder" entre los tres partidos del Gobierno. Mas exigió como contrapartida que haya consenso en la redacción de la futura Ley del Audiovisual y en la renovación de los representantes en el Consejo de Administración de la Corporación.

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